Connect with us

Modas

Patricia Urquiola : «Se acabó la visión lineal de las cosas, del progreso y la eficiencia»

Es una de las diseñadoras más importantes del mundo y ahora, también, embajadora honoraria de Marca España, tras recibir la acreditación de manos de los Reyes hace unos días en el Palacio de El Pardo. Pero para la asturiana Patricia Urquiola (Oviedo, 1961), que ha recibido los reconocimientos más importantes en su profesión, dirige su exitoso estudio en Milán, da clases y conferencias en las principales universidades de Europa y Estados Unidos y es reclamada por las marcas, instituciones y clientes más exclusivos, el presente y sobre todo el futuro son más interesantes que todo lo que ha vivido hasta ahora.

Esa pasión por conocer, entender y crear, visible en el brillo de sus pequeños ojos claros y que solo se revela en todo su tamaño cuando se rinde a la entrevista y deja brotar un discurso enérgico y reflexivo, la lleva a abordar las paradojas del diseño y la arquitectura como un excitante reto. «Estamos delante de unas crisis necesarias y de visiones nuevas de cómo tendremos que vivir, consumir, producir, afrontar la vida. Y todo esto se refleja en nuestra profesión, en todo lo que podemos aportar«, dijo Urquiola a ABC tras recoger su último título y hablar, en el acto, en nombre de la décima promoción de embajadores, conformada además por la deportista Teresa Perales, el psiquiatra Luis Rojas Marcos, la astrofísica Begoña Villa y los empresarios José Manuel Entrecanales y Carmen Riu.


Urquiola al recibir el título de embajadora de Marca España de manos de los reyes Felipe VI y Letizia

La famosa diseñadora no deja de investigar e indagar, sumergida en este momento en un diálogo intersectorial que considera imprescindible para poder dar solución desde los objetos y los espacios a esas maneras distintas de habitar, ser, poseer y sentir. «Este es un período de hibridación, de dar mucho valor al mestizaje, de pensar que para que el diseño en todas sus facetas crezca necesita compartir muchos temas con ingenieros, investigadores de materiales para revisar todo lo que utilizamos, jóvenes filósofos para pasar de una visión humanística a una forma de razonar más abierta, biólogos y botánicos para tratar la biofilia en la arquitectura y expertos en tecnología para ver todo el tema del metaverso y la inteligencia artificial y encontrar nuevas capacidades de representación y un nuevo valor en un mundo de presencias virtuales», explicó.

Para ella, que igualmente dirige una línea de muebles de lujo o crea objetos diversos que asesora a grandes hoteles o exhibe su obra en museos, estas «antiguas disciplinas estamos hoy mucho más cercanas, al menos en el diálogo» y ese entendimiento que abandera desde su profesión «será la única manera de mirar las cosas desde otro punto de vista y mejorar la especie. El sistema que teníamos era muy limitado. Todo el sistema de producción, de razonamiento, estaba basado en un mundo cada día más superado«, afirmó.

De esta visión ha hecho su misión, la que pregona allí donde va, y son muchos los destinos que la acogen, porque pasa gran parte de su tiempo viajando junto con su marido y socio, Alberto Zontone, aunque viven en Italia, adonde ella emigró de joven para estudiar. No ve otra manera de ejercer su ‘ser español’ que mostrándose directa –la cualidad más destacada de su origen, confiesa- y auténtica. Así, percibe su nuevo rol como embajadora nacional en el extranjero como una forma de poner en valor de su tierra a través de su vida. «Lo más importante de este tipo de nombramiento es cuánto puede calar dentro de ti, que sea permeable y que se vuelva algo profundo. Que olvidándolo, lo ejerzas. Y por otro lado, como en todas las cosas que son una responsabilidad y un honor, hay que ver el modo de comunicarlo«, apuntó.

Urquiola habla en sus charlas y en esta entrevista de calidad, de durabilidad, de sostenibilidad bien entendida y de una ecología mucho más compleja en la que la naturaleza no es un telón de fondo sino que nosotros somos parte de ella. Es una mujer de carácter y de tertulia de las de antes, tejida alrededor de un debate de ideas reposado pero desafiante en el fondo y en las formas. No se cansa, es imposible hacerlo, dice. «Sobre todo ahora que tenemos ya más claro todo lo que hay que cambiar, lo que hay que fomentar, de qué manera afrontar procesos y materiales. Sin lugar a dudas, entramos en una época apasionante y fascinante, aún con todas sus complicaciones. Es la edad de la resiliencia. Adaptación y revisión. Se acabó la visión lineal de las cosas, del progreso y la eficiencia. La eficacia será otra cosa, tendrá más que ver con cuánto hemos conseguido evolucionar sin alterar un lugar«, advirtió.

Advertisement

Fuente

Advertisement

Nacional

Más

Populares