Modas
La reina Letizia se va de concierto con el vestido negro que estrenó en los Premios de ABC
Los Reyes han empezado la última semana de marzo con un viaje a Cádiz para inaugurar la IX edición del Congreso de la Lengua. Por la mañana doña Letizia sorprendía con un nuevo vestido lila de marca española, que es perfecto para las invitadas de primavera. Al atardecer, sus majestades acudían al Gran Teatro Falla para asistir al concierto Tempo de Luz. Para esta cita, como era de esperar, la reina se decantó por un estilismo de noche.
Doña Letizia recuperó uno de sus vestidos negros (conocidos en la jerga ‘fashionista’ como LBD o ‘little black dress’) más bonitos y originales. Se trata de un diseño de Hugo Boss que ya lució en 2019 precisamente en esta casa, para la entrega de los premios Mariano Cavia. El vestido, de corte midi, el favorito de la monarca, cuenta con dos detalles en la parte superior que le aportan sofisticación: la rejilla que cubre el escote y los hombros y los flecos que caen por los brazos, a modo de mangas.

La reina Letizia apostó por un look negro, con uno salones nuevos de Aquazzura y el vestido de Hugo Boss que estrenó en ABC en 2019.
Para combinar el LBD, doña Letizia apostó por complementos también en color negro. Estrenó unos salones de la firma italiana Aquazzura con aberturas en los laterales, y lució una cartera tipo sobre. En cuanto a las joyas eligió unos pendientes largos de diamantes negros de Tous.
Como siempre, a la monarca le gusta hacer un guiño con sus ‘outfits’ al lugar que visita. Si por la mañana elegía una marca andaluza, en concreto sevillana, por la noche, se decantaba por este vestido con flecos, un detalle flamenco, ideal para la fiesta que vivía la ciudad de Cádiz y a la que los monarcas no dudaron en unirse.
Doña Letizia con moño de bailarina y maquillaje marcado
En el plano beauty, la reina, a diferencia que por el día, decidió recogerse la melena, luciendo un bonito moño de bailarina, con raya lateral y acabado pulido. En cuanto al maquillaje, al tratarse de un look de noche, era más marcado que el que llevó por la mañana.

La reina con moño de bailarina, un peinado que permite ver los detalles del vestido y sus pendientes de diamantes negros.
En este sentido, no suele arriesgar y su opción es siempre marcar la mirada, a base de sombras de ojos, en este caso en tonos marrones, lápiz de ojos y varias capas de máscara de pestañas. Acompañó el maquillaje de ojos de un discreto toque de colorete en los pómulos y un pintalabios en rosa suave.
Aunque el rey tiene más actos esta semana, la reina no tiene previsto nada hasta el jueves 30 de marzo, cuando acudirán juntos al Círculo de Bellas Artes de Madrid para inaugurar la primera casa del libro.
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