El desarrollo de un tejido u órgano diseñado en el laboratorio tiene esencialmente dos componentes: 1. Una matriz o bioestructura que genera el ambiente propicio de moléculas, nutrientes y factores de desarrollo para que las células puedan hacer “homing”, es decir, sentirse como en casa, implantarse exitosamente, desarrollarse y crecer para posteriormente llevar a cabo sus funciones específicas. 2. Un grupo de células que tienen las características de pluripotencialidad, esto es, una capacidad inherente de diferenciarse en el tejido que deseamos corregir o tratar; estas son las famosas células tallo más conocidas como células madre.
Bioimpresiones 3D y biotintas con características biológicas específicas hoy son diseñadas y puestas en práctica para colocar sobre ellas células tallo que han sido inducidas en el laboratorio para diferenciarse por ejemplo en células neuronales, vasos sanguíneos o células hepáticas funcionales. Existen ya modelos experimentales donde se han replicado actividades específicas de tejidos sanos.
La expectativa es que en no más de una década se puedan utilizar implantes de tejido cardiaco en zonas infartadas, implantes o inyecciones de células neuronales en lesiones de la médula espinal o células especializadas en detección de colores para personas con ceguera por degeneración macular.
Queremos levantar una nota de alerta, sin embargo, por el riesgo del uso fraudulento de estos conceptos, ya que dada la alta expectativa que se ha generado por el beneficio potencial para los enfermos, grupos han desarrollado empresas que sin tener los procesos científicos apropiados ni el cumplimiento de los aspectos regulatorios correspondientes, hoy mueven millones de dólares en clínicas de “medicina regenerativa”, uso de inyecciones de “células madre” para tratamiento de enfermedades y otras “alternativas terapéuticas” llenas de creatividad mercadológica pero sin estar soportadas en estudios clínicos formales.
Por ahora, la utilidad aprobada en el uso de células tallo está validada en trasplante de médula ósea para padecimientos hematológicos e inmunológicos y los únicos tejidos aprobados por FDA para implante y que están disponibles de manera comercial son piel y cartílago para centros de alta especialización.
Así que ¡cuidado! Cualquier otra aplicación deberá ser ofrecida en el marco de algún protocolo de estudio científico válido y aprobado por las autoridades y liderado por profesionales y en instituciones de salud reconocidas.
Lo que el doctor quiso decir
Gracias a la bioingeniería, el diseño de órganos y de tejidos, es emocionante pensar que en el futuro se sustituya el trasplante de órganos por este tipo de tecnologías, porque imagino que esto hará posible reemplazar pedacitos de órganos para reparar daños y eso suena fenomenal.