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Recuperación turística

El Instituto Nacional de Estadística ha publicado esta semana la cuenta satélite del sector turístico. Esto es el equivalente al PIB y es el único sector que la tiene, lo cual ya refleja su importancia para la economía española. El sector suponía en 2019, antes de la pandemia, el 12,5% del PIB y 2,7 millones de empleos. Los datos de 2020, si los lee alguien que no sigue con detalle la economía española, no se los creería. El peso del PIB del sector se desplomó hasta el 5,5%, pero el empleo siguió representando el 12% del total.

¿Qué explica el enigma? Es sencillo. El Gobierno, con el acuerdo de los sindicatos y la patronal, acordaron generalizar los ERTE, que siguen vigentes, para evitar que las empresas tuvieran que ajustar sus plantillas, lo cual sólo en el sector turístico habría aumentado la tasa de paro en seis puntos porcentuales. La mayoría de las empresas del sector no habrían podido asumir los costes de despido y se habrían visto forzadas a presentar concurso de acreedores. Eso habría provocado un aumento de los impagos de sus deudas, afectando al resto de sectores de la economía, principalmente al bancario. Y habría tenido mayor impacto sobre el déficit público, ya que el Estado, además del seguro de paro, tendría que haber pagado los costes de despidos a través del Fogasa.

Por esta razón es incomprensible la posición de Exceltur, la patronal del sector turístico, que aún a día de hoy sigue diciendo en todos los medios de comunicación que el Gobierno no ha ayudado al sector. En noviembre de 2020 el gasto turístico fue un 90% inferior al mismo mes de 2019 y el noviembre pasado de 2021 fue sólo un 20% inferior a antes de la pandemia. La recuperación ya es un hecho que el ómicron retrasará, pero las perspectivas para este verano son mejores que las del inicio de 2021.

En lo que deberían concentrar su energía las empresas del sector y su patronal es en pensar si van a volver al modelo precario anterior de sol y playa todo incluido o si van a pivotar a un modelo de menos turistas y más gasto por turista y día. Como ha dicho Antonio Catalán, “si una empresa no puede pagar un salario mínimo de 900 euros, el problema es la empresa”. Antonio Catalán comenzó de cero con un hotel en su Pamplona natal, creó NH y AC Hoteles, que hoy es una marca global del grupo Marriott y es la prueba de que el cambio de modelo es posible.

Los españoles hemos asumido un enorme esfuerzo con el sector turístico con una hipoteca de deuda pública que pagará la Next Generation, la siguiente generación y nuestros hijos, y no los fondos europeos. El sector tiene que asumir ese reto y dejar de ser una fábrica de excEstados Unidoss y lamentos.

Conoce en profundidad todas las caras de la moneda.

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