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El desafío de los estudiantes para llegar a bachillerato y licenciatura

Expansión – Opinión

(Expansión) – La educación superior juega un papel clave en el desarrollo de un país. A nivel individual, acerca conocimientos a los estudiantes que le permiten cuestionar su realidad, así como desarrollar habilidades y capacidades que les abren puertas hacia mejores empleos. A nivel agregado, las instituciones pueden detonar innovación a través de la investigación y de la formación de nuevas generaciones. Desafortunadamente, la política educativa mexicana actual pareciera desconocer estos beneficios.

En nuestro país, es todo un privilegio concluir estudios de educación superior. Según datos recientes de la Secretaría de Educación Pública (SEP), de 100 personas que ingresan a educación básica (que incluye preescolar, primera y secundaria), 81 terminan secundaria e ingresan al bachillerato. De estas, 54 lo terminan y 40 de ellas continúan a licenciatura, pero solo 26 se gradúan. Es decir, conforme aumenta el grado de escolaridad es menos probable que los estudiantes permanezcan en el sistema, y el punto delicado pareciera ser el bachillerato. El bachillerato, también conocido como nivel de educación media superior, aunque es obligatorio desde 2012 muestra dinámicas diferentes a las de la educación básica. Por ejemplo, mientras que en primaria la tasa de abandono escolar es de 0.4%, en secundaria sube a 2.5% y en bachillerato aumenta 3.6 veces para ubicarse en 9.2%. En los últimos tres ciclos escolares se observa que entre 2019 y 2020 la tasa de abandono escolar aumentó, pasando de 10.3% a 11.6%. Sin embargo, entre 2020 y 2021 cayó a 9.2%. Si bien esto es una buena noticia que en parte se explica por la apertura de las escuelas y el fin de lo peor de la pandemia, hay que tomarlo con cautela, puesto que la tasa de absorción también cayó de 102% en 2019 a 90% en 2021. Esta tasa se refiere al número de estudiantes que concluyeron secundaria y continuaron a bachillerato. En otras palabras, aunque hay menos personas que dejan sus estudios, también hay menos estudiantes que acceden a educación media superior. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Acceso y Permanencia en la Educación (ENAPE) 2021, la mayoría de los estudiantes de 15 a 22 años no se inscriben o no concluyen el ciclo escolar por 3 razones: por falta de recursos, por falta de interés o aptitud o por bajo aprovechamiento escolar. En ese sentido, la principal apuesta del Gobierno Federal ha sido atender la primera causa a través de las Becas Benito Juárez y de Jóvenes Escribiendo el Futuro. Pero, ¿qué pasa con quienes sienten que son aptos para estudiar o tienen lagunas de conocimientos tan grandes que renuncian? ¿Qué están haciendo las autoridades federales o estatales para atraer y retener a aquellos estudiantes que brincaron al mercado laboral ante la necesidad de generar recursos?

En un día como hoy vale la pena tener en cuenta estas cifras y poner en perspectiva los desafíos a los que se enfrentan las y los estudiantes en México. Si queremos construir un país con más oportunidades para todos, es necesario diseñar e implementar políticas integrales para elevar el grado de escolaridad y ofrecer a lo largo de toda la trayectoria educativa contenidos de calidad. Nota del editor: Fátima Masse es Economista especializada en temas sociales. Síguela en Twitter como @Fatima_Masse . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autora. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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