La suerte está echada para el quinto año del actual gobierno, dice México Evalúa. Para 2023, alerta, viene un tramo de riesgos fiscales, favoritismo en la inversión física y gasto a discreción en empresas públicas, un presupuesto generoso para ‘quedar bien’ con la mayoría de actores y algo más: el mayor nivel de endeudamiento como porcentaje del PIB que se ha visto desde 2014 y el mayor déficit público desde 1990.
Van solo algunas cifras proporcionadas por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) y el Centro de Estudios Económicos Espinosa Yglesias (CEEY):
El PEF 2023 prevé un gasto de 8.3 billones de pesos (1.1 billones más que lo presupuestado en 2022), un crecimiento del PIB de hasta 3%, una inflación de 3.2% al cierre de 2023 , un tipo de cambio de 20.60 pesos por dólar; cifras que contrastan con el consenso del mercado que ubica el crecimiento en 1.5%, la inflación en 5%, el tipo de cambio en 21.50 pesos por dólar.
Las dependencias con mayor aumento en su presupuesto son Turismo (115%), Semarnat (80%) y Bienestar (32%) en términos reales. Con ello, el Tren Maya acaparará una buena parte de la partida de Turismo con 143,000 millones de pesos, mientras que los programas sociales harán lo mismo con el presupuesto de la Secretaría de Bienestar.