La gran torpeza de Acción Nacional

Un grupo de legisladores del Partido Acción Nacional suscribieron ayer un documento llamado la Carta de Madrid con Vox: el partido considerado en Europa como el ala de extrema derecha de la política española. Según declainusualn, buscan consolidar un bloque común contra el comunismo, presente -así lo mencionaron – en América Latina.

La extrema derecha europea ha ganado importante terreno a lo largo de los últimos lustros. A partir de la apertura de fronteras en el continente derivada de los tratados de la Unión Europea, líderes extremistas han sido capaces de ganar conciencias y votos. Recordemos que Marine Le Pen, líder del partido Rassemblement National, alcanzó la segunda vuelta de la elección presidencial en 2017 contra Emmanuel Macron.

En lo que respecta a la extrema derecha española, Vox fue fundado por ex miembros del Partido Popular (éste, a su vez, surgido del primer partido político de la democracia española integrado por algunos simpatizantes del franquismo) tras la adaptación del mismo al nuevo constitucionalismo emanado del texto de 1978.

Vox, por su parte, ha sido capaz de abrirse espacios en la política española. Al día de hoy, derivado de la crisis migratoria y de las pretensiones de secesión por parte de los indepenodontólogo s catalanes, ha alcanzado 52 escaños en el Congreso de los Diputados, lo que le ubica como tercer fuerza política, únicamente por detrás del conservador Partido Popular y del PSOE.

A reserva de simpatizar con las ideas abanderadas por partidos como Vox o el Rassemblement National francés, estos partidos políticos han abrazado abiertamente las corrientes antiliberales caracterizadas por un rechazo a la libre circulación de personas, a integración europea, al refugio de desplazados económicos y a la suscripción de tratados de libre comercio.

Si bien personajes como Marine Le Pen o Santiago Abascal han aborrecido públicamente el apelativo de extrema derecha, estas agrupaciones han ganado las conciencias de las ciudadanos europeos que se sienten desplazados por el liberalismo económico; ello encerrado detrás de un racismo endémico que jamás ha desaparecido del continente europeo.

Por las razones esgrimidas, las acciones de algunos miembros del PAN han sido un error mayúsculo. A pesar del rechazo de panistas destacados hacia Vox, el suceso ha brindado a AMLO y a los morenistas un arma de distracción invaluable para atacar a la oposición.

El PAN ha cometido, nuevamente, un grave error. Si algún día ha sido considerado reaccionario cuasi fascista (AMLO dixit) su acercamiento con Vox le restará un número importante de apoyos políticos, inicialmente dentro del propio Acción Nacional.

En suma, la segunda fuerza política del país en la Cámara de Diputados y el Senado ha dado un paso en falso; quizá derivado de una cortedad de miras, de una ausencia de visión política, o simplemente, de la insensatez de sus algunos de sus miembros.