Nacional
Es Jimmy
- Creo que en este momento no hay que darle demasiadas vueltas y confirmar a Jaime Lozano y su gente como cuerpo técnico definitivo.
En el futbol todo se exagera. Ni la derrota en la Nations League era la hecatombe del futbol mexicano ni el merecido triunfo en una Copa Oro, donde el análisis no puede obviar que ni Estados Unidos ni Canadá jugaron con sus mejores hombres, quiere decir que encontramos definitivamente el rumbo deportivo.
Según lo que venía informado la Femexfut, el domingo finalizó el interinato de Jimmy y ahora comienza un proceso para la elección del nuevo entrenador. En los comunicados oficiales que realizó la Federación, a través de sus redes sociales, tanto Juan Carlos Rodríguez (comisionado) como Ivar Sisniega (presidente) quisieron dejar inequívocamente de manifiesto a la opinión pública que el gran cambio para esta nueva etapa será instalar una gestión profesional escindida de la influencia directa de los dueños, y que los procesos de decisión (ej.: nuevo DT) se regirán por estrictos protocolos que premiarán la meritocracia, según un perfil previamente determinado. Están preocupados por cambiar la imagen de que todo se hacía por decisiones caprichosas sin considerar muchas de las variables que sólo los especialistas son capaces de analizar. Ojalá lo puedan conseguir, no sólo por lógica profesional, sino también porque cambiar la percepción de que las medidas estratégicas se toman por personas que no tienen la legitimidad técnica seguramente aportará un contexto más amable a todo lo que rodea a la selección.
Sin la intención de ir en detrimento de la importancia de implementar procesos profesionales y transparentes, creo que en este momento no hay que darle demasiadas vueltas y confirmar a Jaime Lozano y su gente como cuerpo técnico definitivo. Jimmy cumple con el perfil adecuado.
Es mexicano. Aunque para mí no es importante, para tomar decisiones trascendentales es de necios obviar los contextos, y en México, esté yo de acuerdo o no, un DT extranjero puede ser una factor de desestabilización.
Es capaz, está preparado y actualizado, algo que en nuestro medio no abunda, que, por cierto, deberíamos ocuparnos institucionalmente por producir más entrenadores con ese perfil.
¿Le falta recorrido? Es más amplio del que tenía Scaloni antes de dirigir a Messi y del de Pep antes de hacer historia con el Barça… Sin desecharla, porque tiene virtudes, la importancia de la experiencia en los DT está sobrevalorada.
Lo más importante: el grueso de los jugadores lo respalda y, visto lo visto, el impacto que puede generar quitárselos es un riesgo que no sería conveniente asumir.

