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Inteligencia Artificial, el nuevo horizonte para los emprendedores

Expansión – Opinión

(Expansión) – Este último año ha sido, por decir lo menos, tumultuoso para la mayor parte del mundo tecnológico, pero un pequeño grupo de startups en rápido crecimiento ha experimentado un renacimiento. Y esas son las que se dedican a generar Inteligencia Artificial (IA) o a servir empresas que la generan. Quizá piensen que ya no hay quien le haga competencia a ChatGPT o que Bardo de Google es todo lo que vamos a ver… claro que hay una predominancia, y sobre todo una fuerte concentración del capital ahí, pero existen otras realidades. Probablemente estaremos presenciando el nacimiento de una ola de nuevas startups que giran en torno a la lA.

¿A qué me refiero? Que no hemos visto nada y que todavía hay grandes oportunidades de las startups para capitalizar y crecer en temas de machine learning , data minning , regulación de derechos de autor, etc. Y si bien nos han cantado hasta el cansancio que este será el fin de los trabajos de “cuello azul y blanco” la realidad es que toda una nueva camada de oportunidades está tocando a la puerta, tanto en el mundo laboral como también para generar y financiar nuevas startups. La IA generativa irrumpió en escena en 2022 con avances tecnológicos que nos han dejado con la mandíbula en el piso, como chatbots aparentemente sintientes, avatares generados por IA y modelos que obtienen puntuaciones del 10% en los exámenes licenciatura en derecho. Pero hace un par de semanas Sam Altman, CEO de OpenAI, soltó una bomba en un evento del MIT, declarando que la era de los modelos gigantes de IA como el GPT-4 estaba llegando a su fin (sí, esa era que empezó en octubre de 2022 con el lanzamiento al público de ChatGPT, esa… su propio padre la ha declarado terminada). Altman cree que el progreso de la IA necesita nuevas ideas, no solo modelos más grandes. Según Altman hay algo insostenible en los modelos de IA grandes. Cómo más o menos los explica es así: Los modelos que alimentan chatbots como ChatGPT crecieron exponencialmente a lo largo de los años: GPT-2 (2019) tenía 1,500 millones de parámetros; GPT-3 (2020) contaba con 175,000 millones de parámetros y GPT-4 (2023) vive de una cantidad no revelada, pero probablemente billones de parámetros. En opinión de Altman, este tipo de crecimiento de los parámetros ya no es sostenible. Entre otras cosas porque aumentar el tamaño del modelo conlleva rendimientos decrecientes y hay un límite en el número y la rapidez con que pueden construirse centros de datos. Esto obliga a que haya una descentralización de los modelos, que estos comiencen a especializarse y que hagan data minining de distintas fuentes. Según Business Insider, “en el ecosistema de la inteligencia artificial generativa se han formado varias capas de empresas. En la capa de modelos, proveedores de terceros y de código abierto como OpenAI y Stability AI entrenan modelos de IA que las startups pueden utilizar como base. Ha surgido un conjunto de actores entre los que se incluyen MosaicML y Banana para permitir a los desarrolladores entrenar, optimizar y ejecutar estos modelos de forma más eficiente.”

¿Por qué es cada vez más difícil y más caro acceder a los datos? Porque se ha generado una fuerte controversia con tres temas, uno derechos de autor, dos problemas de privacidad y regulación, tres la monetización de datos. El propio Altman estuvo el 16 de mayo en el Senado de EU donde declaró que “‘el uso de la inteligencia artificial para interferir en la integridad de las elecciones es un “importante motivo de preocupación’”, y añadió que necesita regulación. Durante meses, empresas grandes y pequeñas se han apresurado a introducir en el mercado una IA cada vez más versátil, lanzando un sinfín de datos y miles de millones de dólares al desafío. Algunos críticos temen que la tecnología agrave los daños sociales, entre ellos los prejuicios y la desinformación, mientras que otros advierten de que la IA podría acabar con la propia humanidad”. Eso último suena quizá un poco exagerado… pero sabemos que el propio creador de ChatGPT Geoffrey Hinton, al que se ha llamado el “Padrino de la IA”, confirmó el pasado 3 de mayo que dejó su puesto en Google para hablar de los “peligros” de la tecnología que ayudó a desarrollar. Estamos en el borde de una nueva tecnología. Como no se había visto antes, hay contradicciones, miedos, emoción, y dinero por hacerse. Es algo tan revolucionario que nos tiene mirando a un abismo y la incertidumbre del abismo como humanidad siempre ha causado tensiones. Como VC, yo elijo ser un entusiasta del poder de innovación humano y de capacidad de adaptarse. Además este ya es un “genio que salió de la botella” no lo podemos contener, habrá que lidiar con el mismo, un poco como se está haciendo con el cambio climático, con el cual convivimos y buscamos resiliencia, buscamos justicia climática, buscamos todos estar mejor con las condiciones actuales, sí, quizá revertirlas pero sobre todo encontrar soluciones. Creo, por eso, que las startups tienen un importante papel que desempeñar en este proceso. Al desarrollar nuevas tecnologías y modelos de negocio éticos y responsables, las startups pueden ayudar a configurar el futuro de la IA de forma positiva. Esto requiere un compromiso con la transparencia, la diversidad y la responsabilidad social. Nota del editor: Fabrice Serfati es Venture Capitalist experto en negocios disruptivos en Latam, Managing Director and Partner en IGNIA Fund, mentor de emprendedores valientes y sobresalientes. Creador del podcast #ReadToLead y del Founder’s Book Club. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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