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Opinión

Los presagios sobre el fin del trabajo presencial fueron exagerados

(Expansión) – En los años más intensos de la pandemia de covid, cuando muchas empresas adoptaron el trabajo remoto, algunas voces profetizaban el fin del trabajo presencial. Afirmaban que la necesidad de aislamientos y las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías provocarían que una gran cantidad de personas abandonaran las oficinas.

Sin duda la forma de trabajar cambió y es un hecho que la tendencia a adoptar el trabajo remoto se aceleró como consecuencia de la pandemia; sin embargo, a estas alturas hemos visto cómo una cantidad importante de los trabajadores ha regresado a las oficinas. De hecho, empresas en Estados Unidos (EU) tales como Meta o Amazon, se han manifestado a favor del regreso a las oficinas. Al platicar con nuestros conocidos, seguramente la mayoría ya ha regresado a las oficinas, ya sea de forma parcial o de tiempo completo.

En México, podemos tomar como referencia los niveles de ocupación que registran las oficinas de las Fibras que cotizan en la Bolsa. En su punto más bajo, que fue en 2021, los espacios de oficinas registraron una ocupación promedio de 74%, mientras que en su reporte del primer trimestre de 2023 la ocupación se ubicó en 76%. El nivel de ocupación pre pandemia era de 85%.

La buena noticia es que el sector tocó fondo y ha iniciado una tendencia gradual de mejora en ocupación, la mala es que ésta seguirá siendo baja en el mediano plazo, es decir, continuará un exceso de oferta de espacio.

Un caso emblemático para el mercado de oficinas es la ciudad de Nueva York, en donde los niveles de espacio vacante permanecen altos, lo que ha llevado a transformar espacios de oficinas en vivienda; sin embargo, se calcula que únicamente alrededor de un 3% de los espacios de oficina puede ser reconvertido a vivienda. Por lo tanto, aunque los propietarios de oficinas puedan buscar reconvertir el espacio, esto no podría ocurrir de forma masiva.

El trabajo en oficinas tiene sus beneficios. Por ejemplo, se considera que quienes inician en un empleo aprenden más de forma presencial, estando en contacto con compañeros de trabajo y presenciado las dinámicas del día a día. Asimismo, la infraestructura en una oficina puede ser más adecuada para el trabajo, ya que no todos tenemos un espacio ideal en casa para trabajar.

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Por su parte, el trabajo remoto también tiene claras ventajas, las empresas que pueden hacerlo y no lo implementen, simplemente no habrán aprendido la lección: ayuda a reducir costos, ya sea a través de menores rentas u otro tipo de gastos, como servicios. Adicionalmente da mayor flexibilidad a los trabajadores.

Adicionalmente, parece ser que existe una diferenciación generacional entre quienes prefieren el home office y quienes prefieren la rutina tradicional de oficina y hay un elemento obvio, no todas las actividades pueden realizarse a distancia.

Aunque el trabajo remoto es cada vez más usual, las oficinas lograron sobrevivir a los presagios de su fin, sin embargo, los cambios en las formas de trabajo llegaron para quedarse. Las empresas que no implementen esquemas de trabajo con una combinación presencial y a distancia simplemente no aprendieron la lección.

Nota del editor: Eduardo López Ponce es Analista Bursátil en Grupo Financiero Ve por Más, es economista de profesión, con más de ocho años dedicados al análisis bursátil. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

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