Opinión
Montón de bazofia
A Simone Ortega le encantaba el chocolate. Al final de su vida, la familia se lo racionaba por motivos de salud. Cuando murió, su hija encontró varias tabletas en los cajones, entre la ropa. A Patricia Highsmith le descubrieron en 1995, tras su muerte, 56 libretas de espiral…
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