Connect with us

Deportes

Bojan Krkic: “El campo era mi medicina, donde era yo, donde era feliz”

-¿Qué ve al echar la vista atrás? Un largo camino que no es tan lejano, aunque todavía veo imágenes del niño de 8 años que empezó en el Barça y parece que fue ayer. No me da la sensación de que haya pasado tanto tiempo, pero hay muchas historias y vivencias que te demuestran que la vida va deprisa, que la etapa de jugador es corta. A mí me ha durado hasta los 32 años.

-¿Qué vislumbra en el futuro? Contemplo lo mismo que veía aquel niño: mucha ilusión y mucha ambición al comienzo de una nueva etapa. Aquel niño no tenía el objetivo de jugar en el Barça, sino de disfrutar y crecer. Me hacía feliz el juego. Ahora iré despertando las inquietudes que tenía para hacer cosas. Querría trasladar y compartir esas experiencias vividas, personales y deportivas, con las nuevas generaciones. Siento esa responsabilidad. No sé si de un cargo de gestión deportiva o en una faceta más humana.

-¿Cuál fue el detonante para retirarse? No hay momento. He jugado a fútbol desde que tenía cuatro años de manera natural, innata, y lo dejó así, de forma natural, sin verme forzado por una lesión. Ha sido una acumulación de razones. La ilusión de aquel niño se ha ido transformando, modificando. Por primera vez, he tomado una decisión que sentía, no tanto desde el punto de vista racional, que es como se suelen tomar las decisiones. El corazón se había endurecido. No quería que el fútbol me hiciera sufrir. No quería una agonía que no existía.

-El repaso a su carrera… En el plano deportivo me siento muy realizado, he competido al máximo nivel y he vivido grandes experiencias personales. Las dos últimas etapas en Estados Unidos y Japón me han llenado mucho. Me costó mucho ir de Linyola a Barcelona, que está a hora y media de coche, y me resultó mucho más difícil ir de Barcelona a Roma, que está aquí al lado. No es la distancia, claro. Pero cuando me fui de Roma, me marché llorando porque estuve muy bien. También en Milán, en Amsterdam. Esos cambios constantes y conocer nuevas mentalidades, culturas, de juego, completamente distintas te enriquecen.

“No quería que el fútbol me hiciera sufrir. No quería vivir una agonía que no existía”

Advertisement

“Salvarse es como ganar un título. Vi sufrir a Andrés (Iniesta) el año pasado y se lo dije”

-¿Dónde se sintió más perdido? Diría que el Mainz, aunque fue media temporada. El equipo jugaba con un 4-4-2. Al día siguiente de mi debut, el entrenador me felicitó. Había hecho un partido normalito. Me felicitó porque había corrido más de 9 kilómetros. Cuando jugamos contra el Bayern, que empatamos a dos y virtualmente nos salvamos, nos felicitó porque habíamos corrido diez kilómetros más que el Bayern y habíamos ganado no sé cuantos duelos. Claro que corrimos. Detrás del balón.

-¿Salvarse es como un título? Cien por cien. Lo que sufrí esos meses es lo que vi a Andrés [Iniesta] sufrir el año pasado. Se lo decía: nos vamos a salvar y verás la satisfacción que nos llevaremos cuando lo logremos. En Alemania estaba solo en una habitación de hotel sufriendo cada día. En Mainz se celebró como un título.

Advertisement

-¿Qué título recuerda más? La Copa ante el Athletic. Por ser la primera final como jugador del Barça, por el ambiente del estadio, porque marqué un gol, porque fue el primer título… Para un culé como yo, ganar cualquier título es muy especial. Todos son importantes. Luego la Champions, la Liga…

-¿Qué le faltó? Si dijera que nada… Siempre habría algo más. Me quedo con lo vivido, con los 41 goles que marqué con el Barça, con los diez títulos, con haber jugado en el Milan, el Roma y los demás… Cuando me hice la foto con los diez trofeos y me comparo con la foto de Xavi, Andrés, Piqué… Es algo extraordinario. Pero también son extraordinarios tíos como Sergio Canales, que se ha roto tres veces la rodilla y sigue compitiendo. Como Sergio Asenjo, con cuatro lesiones de cruzados. Como Gerard Moreno… Ellos también son ejemplares. Los procesos de ansiedad que viví me podían haber paralizado, pero seguí. A eso le doy valor.

-¿Será el Bojan que ayuda a los Bojan del futuro? En todos los clubs hay un mismo patrón: la necesidad del resultado inmediato. Cada vez más inmediato. No es culpa del juvenil que tiene prisa por entrenar con el primer equipo, sino de los responsables que provocan esas situaciones. He estado con chicos que han crecido jugando entre palmeras que vendrían caminado hasta Barcelona por jugar y me sabe mal que haya chicos en el infantil, el cadete o el juvenil que no valoren que están en el Barça. Lo importante es el proceso el camino. Cuando un futbolista del Barça no juega bien igual hay que mirar por qué no juega bien. La parte humana es vital.

Me fui de vacaciones siendo el Bojan de Linyola y volví siendo el Bojan personaje que no podía caminar por la ciudad. Fue tan rápido que me descolocó”

Advertisement

“El campo era mi medicina, donde era yo, donde era feliz”

-Lo sabe por propia experiencia. Cada uno tiene la sensibilidad que tiene, y tu mente y tu cuerpo reacciona de forma distinta. Mi vida cambió en un mes. Me fui de vacaciones siendo el Bojan de Linyola y volví siendo el Bojan personaje que no podía caminar por la ciudad. Había jugado el Mundial de Corea sub-17 y estuve en la pretemporada del equipo. Fue tan rápido que me descolocó.

-Eran dos Bojan. Exacto. El campo era mi medicina, donde era yo, donde era feliz. Salía del campo y mi mente trataba de procesar el cambio de ser contemplado como un personaje, sin privacidad, que incluso condicionaba la relación con mis amigos.

“He aprendido con los años que es mejor no conocer a tus ídolos; a veces es mejor la ignorancia”

Advertisement

-Y un vestuario nuevo. El desencanto del descubrimiento cuando tienes algo idealizado. El año anterior estaba en la grada viéndoles jugar y ahora iba a jugar con mis ídolos. La noche antes te imaginas que entras en un cuento, y cuando descubres que no es cuento, que aquellos ídolos son personas…

-Lo ideal no es lo real. Con los años he aprendido que es mejor no conocer a tus ídolos. Esos que se tatúan el nombre de su ídolo sin saber lo que te estás tatuando… A veces es mejor la ignorancia.

Noticias relacionadas

-¿El círculo virtuoso había derivado en un círculo vicioso? No hablé de lo que sentía en el momento en que debí hacerlo y ha sido un paso que he arrastrado toda mi carrera. Quiero compartirlo en el documental, pero no para dar pena, ni mucho menos. Me siento orgulloso de haber superado las adversidades. Mis experiencias son aplicables al deporte y a la vida en general. Lo exteriorizo con una voluntad productiva y que pueda ser útil para las nuevas generaciones.

Advertisement

-¿Ha sido una vida de película? Ni en el mejor de mis sueños hubiera imaginado lo que he vivido. Incluso vivir un acto en el que acabo mi etapa futbolística con la presencia del presidente. Con un vídeo de excompañeros y deportistas que han dedicado unos segundos para felicitarme demuestra que algo has hecho bien, que tu historia ha llegado u no solo por lo deportivo, sino por lo humano. No cambio por ningún título más, ni por un euro más. Ha sobrepasado las expectativas de aquel niño de ocho años. 

Fuente

Advertisement

Nacional

Más

Populares