Piden ganaderos reparación por daños ambientales

Como forma de protesta contra Petróleos Mexicanos (Pemex), integrantes de la organización Ganaderos Unidos por la Defensa Agraria (GUDA), con influencia en la zona norte del Istmo de Tehuantepec, tomaron ayer la subestación de bombeo del sistema de ductos que se localiza en la comunidad de Donají, perteneciente al municipio de Matías Romero.

Los ganaderos recordaron que, durante dos semanas, a partir del 9 de diciembre del año pasado, fueron afectados por una fuga de amoniaco que les obligó a abandonar sus viviendas, potreros y empleos. Los funcionarios de Pemex dijeron que atenderían los daños ambientales y sociales y hasta el momento no ha cumplido, acusaron.

Con dos largas mantas, con las leyendas “Presidente López Obrador, los productores somos pueblo y Pemex nos mata. Indemnización justa”, los ganaderos de Donají y Tolosita de Matías Romero y de la comunidad El Triunfo del municipio de San Juan Guichicovi se plantaron a la entrada de la subestación de bombeo.

En ese punto de Donají confluyen los ductos de diferentes pulgadas que transportan petróleo crudo, gasolinas y amoniaco, desde las instalaciones petroleras del sur de Veracruz, hasta la refinería “Antonio Dovalí Jaime” y la Terminal Marítima de Salina Cruz.

En la fuga de diciembre pasado, los afectados amenazaron con cerrar las válvulas de esos ductos.

La fuga de amoniaco quemó los pastizales donde se alimentaba el ganado, por lo que varios animales murieron; mientras que los arroyos resultaron contaminados también por derrames anteriores de gasolinas. Pemex no se ha hecho responsable de esas afectaciones.

Si los funcionarios mantienen esa actitud de cerrazón, tomaremos otras medidas”, anunciaron los inconformes.

Cabe destacar que esta protesta de ganaderos se suma a la que desde hace 24 días realizan los campesinos de Mogoñé Viejo, de San Juan Guichicovi, sobre las vías del Tren Transístmico, demandando la instalación de una mesa de diálogo con funcionarios federales y del gobierno oaxaqueño para que dejen de ser víctimas de afectaciones en sus tierras por las obras del Corredor Interoceánico.

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