El problema está en la desconfianza

Esta crisis definirá el futuro del dinero. La reciente caída de tres bancos de alto perfil, Silicon Valley Bank, Silvergate Bank y Signature Bank, han causado preocupantes salidas de capital en cientos de bancos regionales. Ahora, con la Reserva Federal de EU creando una nueva instalación de respaldo por valor de 2 mil millones de dólares y el Banco Central de Suiza rescatando a Credit Suisse por valor de 54 mil millones de dólares, los ecos de las crisis de 2008 y 2013 resuenan fuertemente.

Recordemos que la cadena de bloques de bitcoin nació del caos de la crisis financiera de 2008-2009, con la marca de tiempo inmortal de Satoshi Nakamoto el 3 de enero de 2009, escogiendo como título lo que publicó London Times de ese día: “El canciller al borde del segundo rescate para bancos”.

Esa crisis destacó cómo nuestra dependencia de los bancos para operar las finanzas y los pagos de nuestro dinero deja a toda la economía vulnerable a desajustes en las inversiones y pasivos de los bancos, lo que puede debilitar su capacidad para honrar los depósitos. Y mostró cómo los bancos más grandes, cuyas exposiciones crediticias interconectadas crean “riesgo sistémico”, explotaron su estado de “demasiado grandes para quebrar”, la idea de que los gobiernos siempre los rescatarían para proteger la economía.

Ahora, con la caída de tres bancos de alto perfil, cientos de bancos regionales enfrentando salidas de capital preocupantes, los ecos de esa crisis anterior son fuertes.

Bitcoin fue creado como respuesta a la crisis financiera de 2008-2009, y ahora la crisis actual está poniendo de relieve una vez más la vulnerabilidad del sistema bancario tradicional. Sin embargo, sorprendentemente, bitcoin ha logrado salir a flote y ha alcanzado un máximo de nueve meses.

¿Por qué? Porque bitcoin (btc) ofrece un modelo de autocustodia que podría ser cada vez más atractivo si los bancos tradicionales continúan fallando en mantener nuestro dinero seguro. Si la Reserva Federal se ve obligada a revertir su política de aumento de tasas de interés, lo que debilitaría el dólar, el atractivo de bitcoin podría aumentar aún más.

Esto no significa necesariamente que bitcoin se convierta en un competidor real para las monedas soberanas en términos de pagos. Es probable que las monedas nacionales sigan siendo la opción predominante en las economías más grandes. El mayor obstáculo para bitcoin es la percepción pública de la tecnología criptográfica, que sigue siendo negativa después de los escándalos del año pasado.

En última instancia, el dinero es un juego de confianza y fe entre la población que lo utiliza. La crisis actual puede afectar la confianza en los gobiernos y sus socios bancarios, pero la criptomoneda también debe luchar contra la desconfianza generalizada. Si la comunidad criptográfica puede generar confianza, entonces el futuro puede ser suyo.

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