La noción clave se encuentra en las siguientes palabras: interconectar pensamientos. Para esto último se requieren cualidades eficientes de entrada, retención, procesamiento y salida de información en la mente.
Con este antecedente podemos detectar las principales amenazas que las nuevas tecnologías representan para nuestra habilidad creativa—aunque es muy relevante considerar los inmensos beneficios que también significan.
1. Sobre la entrada de información
Estamos perdiendo nuestra capacidad de observación; los dispositivos y sus sistemas diseñados para crear adicciones psicológicas —y por lo tanto mayor uso y rentabilidad— encasillan, literalmente, la visión de nuestro alrededor. Frecuentemente ya no vemos ni dónde estamos parados.El antídoto: levanta la mirada, no pierdas de vista el horizonte físico y mental que delimita tu espacio y tómate el tiempo de cultivar una visión amplia y penetrante con momentos contemplativos.
2. Sobre la retención de información
Nunca había estado tan comprometida nuestra destreza para memorizar. Desde un punto de vista neurobiológico, la memoria está diseñada para priorizar y conservar los mapas neurales que significan experiencias relevantes para la supervivencia por su frecuencia y/o intensidad sintiente.
Debemos hacer un esfuerzo de rememorar constantemente para que estos recuerdos no se pierdan en lo que Daniel Schacter, jefe del Departamento de Psicología en Harvard University, llama transitoriedad. Hemos delegado este ejercicio casi por completo a las herramientas digitales en el entorno contemporáneo, por ejemplo, cuando hace no más de 25 años recordábamos un sinfín de rutas para movilizarnos de un lugar a otro; ahora, sin un teléfono móvil con mapas satelitales, estamos prácticamente perdidos.
El antídoto: desafíate a recordar, por tu propia cuenta, números de teléfono, direcciones, ideas importantes y más. La memoria sin entrenamiento se atrofia y desvanece.