Las escuchas del ‘catalangate’ fueron un montaje, según un informe de Ciudadanos

La llamada ‘comisión Pegasus’ está ya en su recta final puesto que el voto final ha de ser antes del verano. Una delegación parlamentaria viajará a Madrid los próximos 20 y 21 de este mes para interrogar a las personas que consideran relevantes en este caso. Entre otros tienen previsto pedir que comparezca el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en un gesto inédito manifestó que su teléfono había sido espiado junto con el de otros ministros, aunque oficialmente no se ha informado ni del origen de esas intervenciones -a pesar de las sospechas que señalan a Marruecos- ni sus consecuencias para la seguridad del Estado.

En su trabajo, Olivas subraya las innumerables deficiencias que a su juicio existen en el estudio realizado por la organización canadiense, dependiente de la Universidad de Toronto, con los datos proporcionados por los representantes del soberanismo catalán con el objetivo de que fueran percibidos como víctimas. Según todos los indicios, el objetivo de esta maniobra sería poder utilizar las conclusiones amañadas como argumento para pedir la anulación de los juicios contra los alborotadores del llamado Tsunami Democratic.

Falta de transparencia

Sin embargo, Olivas denuncia que el trabajo de esta organización encargada del análisis de espionaje telefónico, carece de «transparencia, de verificación y control sobre los datos, de extrapolación de los resultados, de atribución de autoría e intenta ocultar cosas importantes».

Olivas ha pedido a Citizen Lab que le informe por ejemplo de sus fuentes de financiación, pero solo ha recibido el listado de las cantidades de las donaciones, y no le han proporcionado la identidad de los donantes. «En la práctica académica -explicó este investigador universitario- uno siempre tiene que declarar conflictos de intereses o fuentes de financiación. Eso son cosas que The Citizen Lab no ha querido hacer y que ha ocultado incluso después de peticiones oficiales de transparencia. Y la gran duda que queda es saber por qué no barajaron otras hipótesis» y solo han explorado las que venían predeterminadas por los que le encargaron el análisis. A su juicio, este informe «no pasaría ningún tipo de revisión de pares mínimo a nivel académico». De hecho, la organización canadiense reconoce que jamás llegó a tener físicamente en su poder ninguno de los teléfonos que supuestamente estaban investigando, sino que los analizó en remoto.

Al texto de la ponente, basado esencialmente en los datos de la organización canadiense y muy crítico con España, le han presentado un total de 1200 enmiendas, gran parte firmadas por la propia autora, porque los informes tienen una extensión limitada y pretende así añadir ciertos datos. El propio Carles Puigdemont participó ayer en una sesión de la comisión de investigación para elogiar a la ponente, cuyo trabajo calificó de «esperanzador».

Jordi Cañas, el eurodiputado de CS que encargó el trabajo de Olivas, considera que el resultado de esta investigación demuestra que el independentismo catalán «se ha servido de Citizen Lab para presentarse como víctimas de un espionaje por cuestiones ideológicas».

Los países donde sí que se han constatado escuchas ilegales a políticos de oposición y periodistas son Grecia, Hungría y Polonia. El informe de Citizen Lab fue clave para que se incluyera también a España en la investigación. José Javier Olivas es investigador de Ciencia Política y de la Administración en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UNED. Su informe, hecho con rigor científico, se extiende hasta las 250 páginas.