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Internacional

Una de las activistas, sobre el policía infiltrado: «Te das cuenta de que el enemigo ha dormido en tu cama»

«Sin saberlo, te das cuenta de que el enemigo ha dormido en tu cama», así explica una de las activistas su relación con el policía infiltrado en el movimiento sindical antisistema de Barcelona. Cinco de ellas se han querellado contra el agente, con el que mantuvieron «relaciones sexoafectivas», al considerar que el consentimiento se ha visto vulnerado porque, si hubiesen sabido cuál era su profesión, no habrían accedido, sostienen.

El semanario ‘La Directa’, que destapó el caso, recoge el testimonio de las ocho mujeres que afirman haber confraternizado con el policía nacional. «Te remueve, porque te has abierto a una persona que era una ficción», apunta otra de ellas. «Ha pisado nuestros espacios y entrado en nuestras casas», lamenta.

Aunque a la mayoría las conoció sobre el terreno, tras instalarse en el barrio de Sant Andreu de la ciudad, con otras contactó a través de la aplicación de contactos OkCupid, que permite visualizar la adscripción o simpatía política de los usuarios. Una de ellas explica que fue en 2020 cuando lo conoció, en una asamblea de La Cinétika, un espacio okupado y gestionado por activistas. Según su relato, mantuvieron una relación que se alargó durante un año. El agente, cuenta, era «extrovertido, atento, muy amable con todos y dispuesto a ayudar».

Con él llegó a viajar a Mallorca, e incluso le propuso conocer «a su supuesta madre», pero la activista se negó. «Se enfadó muchísimo», explica al digital. La ruptura llegó en octubre de 2021. Aunque la mujer no explica quién tomó la decisión, sí precisa que él desconfiaba del vínculo que ella mantenía con su anterior pareja. «Él me decía que solo me quería a mí, pero que yo no lo quería lo suficiente y me hacía sentir muy culpable».

El infiltrado abandonó el barrio donde se había instalado en octubre de 2022. Explicó al círculo en el que se había integrado que primero viajaría a Granada, donde aseguró tener familia, y luego a Mallorca, donde había encontrado un trabajo bien remunerado. Ahora cinco mujeres lo acusan, no solo de abusos sexuales, sino también de revelación de secretos. Por el momento, la querella, presentada ante el juzgado de guardia de Barcelona, aún no se ha admitido.

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