Uno de los aprendizajes principales que conllevan esta transformación es la importancia de poner a los colaboradores en el centro de la organización, y el cómo hacerlo puede marcar la diferencia con un impacto positivo en los negocios; por ejemplo, ambientes laborales más humanos, inclusivos, flexibles, con propósito y líderes capaces de promover innovación, creatividad, adaptabilidad e inspiración en sus equipos.
Desde mi perspectiva, se debe visualizar a cada colaborador como individuo, pues no todas las personas tienen las mismas necesidades y cada uno vive distintas situaciones personales y profesionales. Este enfoque ya se está encaminando como tendencia clave en el conjunto de beneficios y compensaciones que ofrecerán las empresas este 2023.
Es primordial que las compañías estén preparadas para que sus modelos de retribución sean lo más personalizados posible y ofrecer a cada trabajador lo que necesita.
Lo anterior podría lograrse a través de un sistema de retribución flexible, que ofrezca compensaciones para los empleados en prestaciones y servicios, lo cual se facilita cada vez más a través de las plataformas tecnológicas y uso de las apps.
En la mayoría de los casos los beneficios y compensaciones que más valoran los trabajadores también van ligados a su edad y experiencia. No es lo mismo la prioridad de un colaborador joven, que usualmente busca horarios flexibles, modalidad de trabajo híbrido y apoyo en la movilidad a lo que buscan las generaciones más grandes como facilidades económicas y plan de pensiones.