Entonces ¿si es sabotaje?

El reportaje, publicado en el diario Milenio, difícilmente “palero” del presidente Andrés Manuel López Obrador y su proyecto, es contundente: “Trabajadores del Metro de CdMx ven ‘sabotaje programado’ en accidentes dentro de instalaciones”.

Según “mecánicos, ingenieros y una chofer aseguran que allegados al líder sindical, Fernando Espino, utilizaron piezas de rehúso y/o alteradas que han provocado los ‘incidentes atípicos’.”

El eternizado Espino, priista de rancia cepa, también en su momento estuvo enfrentado con el gobierno del propio Andrés Manuel López Obrador, como ahora abiertamente lo está con el de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

La realidad es que, desde lo ocurrido el pasado fin de semana, las sospechas sobre acción u omisión para poner en peligro a las más de 4 millones de personas que usan el metro a diario se volvieron certezas, ya que difícilmente 5 pernos que unen a un vagón con otro se “desatornillan” cómo por arte de magia.

Ya sea por corrupción o por abierta destrucción del sistema, pero ya son los propios trabajadores del metro y autoridades quienes sospechan de una acción concertada para afectar al gobierno de AMLO y a la jefa de gobierno.

A Claudia se le puede criticar, claro está y hacer todo lo posible por intentar que otro proyecto presidencial tiene más validez que el suyo.

Pero de eso a realizar lo que puede constituir ya un acto terrorista contra millones de usuarios del sistema de transporte más usado del país, eso no.

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