México muestra un retraso importante contra los otros miembros de la AIE. De 2016 a la fecha se contabilizan solo 4,289 vehículos eléctricos en México, de los cuales 1,140 fueron adquiridos en 2021. Si se compara ese mismo año con las ventas en China, Europa o Estados Unidos con 2.7 millones, 1.2 millones y 466,000, respectivamente, México se queda corto. México representó solo 0.017% de los vehículos eléctricos vendidos en el mundo y 0.24% de los vendidos fuera de Estados Unidos, China y Europa. En cuanto a infraestructura, México contaba con 1,146 estaciones de carga en 2021, 0.06% de las disponibles en el mundo.
El ecosistema de movilidad limpia centrado en vehículos eléctricos ha avanzado en otros países por varias razones: 1) Los vehículos eléctricos son más eficientes que los de combustión (77% de eficiencia contra 12% a 30%). 2) Los vehículos eléctricos en sinergia con las energías limpias pueden alcanzar 0 emisiones en su operación. 3) además de CO2, no emiten partículas suspendidas (PM10 y PMM2.5), SOx y NOx, por lo que ayudan a la calidad del aire y reducir la prevalencia de problemas respiratorios.
Para acelerar la transición es necesario pensar conjuntamente en los vehículos y la infraestructura de recarga; si no hay infraestructura, no hay adopción de vehículos eléctricos y viceversa, sin vehículos, no se construye infraestructura. Por esto, las políticas públicas e incentivos fiscales deben alinearse para facilitar ambos lados de la ecuación.