Termina el poema y normalmente se vive un silencio, como si hubiese el alma de los presentes disfrutado de un breve masaje de comprensión.
En La República de Platón, el sabio autor nos recuerda la aversión de Sócrates a los poetas; ambos los consideraban corrompedores de la razón y los desdeñaban: “fabricantes de fantasmas”, les llamaban. Aunque no coincido con esta idea, entiendo por qué lo pensaba así. Si a una persona la seduces con palabras e ideas cargadas de emoción, no pasa de un descontrol personal… pero si a una multitud la seduces, adquieres poder ilimitado sobre ella; la famosa ley de prueba social fragua esa emoción como el agua al concreto, y la perpetúa en el tiempo en un estado de ánimo.
Recientemente se ha difundido, a través de TikTok y otras redes sociales, una campaña donde primero se insinuó y después se confirmó, que había intenciones de que la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, organizara un concierto de Bad Bunny en el Zócalo capitalino. Se leen infinitos comentarios como: “¡Si trae a Bad Bunny, sí voto por usted!”.
Recordemos que la propaganda debe tener un foco para poder funcionar. Cuando la personalidad del personaje no es suficiente (porque carece de carisma, por ejemplo) sería un error darle “clases de personalidad”; un propagandista bueno optará por asociar a la persona correctamente y con eso vencerá.
En El Libro Negro de la Persuasión se le llama Ley de asociación: si lo usa James Bond, es bueno. Se asocian las cosas y las ideas con la gente que las usa o recomienda. Si pensamos algo positivo o negativo de esa persona, lo relacionaremos. Por eso en Estados Unidos es común ver los llamados endorsements, como es el caso reciente de Selena Gomez y Harry Styles apoyando al político Beto O’Rourke.
La asociación es poderosísima e irracional, pero no carece de lógica: “dime con quién andas y te diré quién eres”, dicta el dicho popular. La lógica es la del corazón, la que lo hace latir. Y los síntomas pueden ser provocados sin que sea amor verdadero: una persona seductora puede llevar a su respectiva seducida a una montaña rusa, regalarle unos chocolates y después llevarla a ver una película de terror. Incluso puede provocarle leves celos al saludar con un fuerte abrazo a una amistad que casualmente se encontró. Todo en un solo día. Al final, la persona seducida habrá liberado una buena dosis de oxitocina, dopamina, cortisol y endorfinas que podrían confundirse con amor, ¿cierto? De todos modos, el amor es indefinible, ¿cierto? Solo se siente, y se siente mucho, ¿cierto?