La medición que se presenta se da en una escala de 0 a 1, en el que un valor cercano a 0 representa un incumplimiento total del derecho y mayor proximidad al 1 implica el mayor nivel de logro alcanzado en el conjunto de las entidades federativas. El resultado promedio para el periodo 2016- 2020 es de 0.558. En pocas palabras, somos un país reprobado; no garantizamos derechos a las infancias, no las dotamos de oportunidades y desarrollo de capacidades, no ampliamos sus horizontes para la vida.
El “Índice de los derechos de la niñez, 2022. Cinco años de incumplimiento de derechos”, que aquí se comparte, sostiene, por ejemplo, que la pobreza en NNA es mucho más acentuada que entre la población adulta. Desde hace al menos 12 años, de manera permanente, más de la mitad de quienes se ubicaban debajo de la mayoría de edad han sido considerados en circunstancias de pobreza multidimensional.
Este índice, además, contabiliza en función de la data disponible un fenómeno que solo por su nombre es absolutamente reprobable: “violencia infanticida”; las reiteradas y generalizadas prácticas de agresión, maltrato, abuso y violencia que se ejercen en contra de la niñez mexicana.