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Internacional

El Rey lamenta el grado de polarización y discordia en la política de Occidente

Durante una visita a la capital de Estados Unidos, el Rey ha lamentado «el grado de polarización que observamos en el mundo occidental», que es difícil de explicar «sin entender las tensiones sociales que existen en muchos países», dijo. Felipe VI, en su quinta visita a Washington como Rey, se refirió, en un discurso pronunciado en inglés en la noche del viernes y organizado por la universidad de Georgetown, a «cambios de una envergadura que no habíamos presenciado en las últimas tres décadas, cuando se derrumbó el Telón de Acero».

Se trata de una advertencia poco frecuente viniendo del jefe de Estado, justo en un contexto de creciente polarización política en EE.UU., y menos de un mes después de unas elecciones parciales norteamericanas que dejaron un poder legislativo dividido. Felipe VI no se refirió directamente a ningún caso concreto de polarización, pero afirmó que «resulta mucho más difícil mantener el orden liberal internacional si hay discordia política dentro de las democracias liberales del mundo».

Ese discurso lo ha pronunciado el Rey en la sede del Instituto por Paz en Washington, en la conmemoración del centenario del máster en Diplomacia que él mismo estudió hace 27 años en la universidad de Georgetown.

A los otros ex alumnos y profesores reunidos, les ha dicho que «el principal motor de este cambio exponencial es la innovación y la disrupción tecnológica», que tiene aspectos muy positivos, pero otros dañinos como «la reducción del espacio público para el debate, o los cambios en el mercado laboral, que a su vez están provocando desequilibrios en la generación y distribución de los ingresos; desde la aparición de nuevas amenazas a la seguridad, hasta la exposición generalizada a información tóxica o falsa».

Antes, el monarca visitó la sede del Fondo Monetario Internacional, donde fue recibido por la directora gerente, Kristalina Georgieva. Esta afirmó a la prensa, antes de su llegada, que el Rey es «una voz de razón y mensajes positivos, no sólo para el pueblo español, sino también para todos en Europa y el resto del mundo». Al término de la visita, almorzó la Georgieva.

Tanto en la comida en el FMI como en el discurso en Georgetown, el Rey se ha referido a la guerra en Ucrania, y condenó las acciones de Rusia. «Si la guerra de Ucrania nos enseña algo es que nuestras relaciones pueden fracturarse fácilmente. Las sanciones impuestas a Rusia en respuesta a su invasión ilegal e injustificada de Ucrania han supuesto deshacer más de treinta años de lenta integración económica», ha dicho en el discurso.

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