Sebastián Castro: El unicornio para nosotros fue un hito importante, pero no es algo a lo que le apuntamos como tal, lo más importante desde un inicio fue tener claro que nuestra misión es conectar a Latam con pagos, y muchas veces eso ha implicado no vender muy rápidamente el producto, porque al final lo que nosotros construimos son infraestructuras, y no solo de un mercado, sino de siete u ocho países. El éxito de Kushki es nunca haber perdido nuestro sentido.
¿Crees que hubiera pasado de no ser porque había un exceso de liquidez en el mercado?
Sebastián Castro: Quizá sí, pero todavía hay un montón de liquidez en el mercado. La crisis de las startups que se está viviendo no es por eso, tiene otras razones y yo creo que vamos a pasar un tiempo en el que las valuaciones van a ser más moderadas, pero creo que las excelentes empresas van a levantar siempre bien y a una buena valuación.
¿Cómo está parado Kuski? ¿Qué retos se les presentan?
Sebastián Castro: Yo creo que bien, porque al final Kushki no está reinventando la rueda, es una empresa de pagos pura, es un modelo que ha existido por muchísimo tiempo y, si hablamos de pagos electrónicos en los últimos 40 años, primero en mercados desarrollados y ahora en Latinoamérica, es un modelo muy rentable cuando está bien dimensionado.
En muchos de los mercados que estamos visualizando para Kushki sigue habiendo retos regulatorios, incluyendo mercados en los que ya operamos, pero creo que en el tiempo desaparecerán, habrá una especie de convergencia, en la medida en que reguladores de un país A se den cuenta que en país B y país C ciertos modelos funcionaron súper bien.