Victoria es una comunidad idílica. Todas las mujeres de allí son perfectas: preparan el desayuno, limpian los cristales, pasan la aspiradora, despiden a sus maridos en la puerta de casa cuando se van a trabajar y les reciben por la noche, copa en la mano, arregladas como si no hubiesen estado todo el día dejando la casa más limpia que una patena. Las mujeres de No te preocupes querida son perfectas, pero ¿para quién? Para los hombres de Victoria. “Quería inspirar un sentimiento de urgencia de que no todo está bien y que se nos distrae fácilmente”, afirma Olivia Wilde en SensaCine sobre lo que quería provocar y despertar con su nueva película.
No te preocupes querida, que llega a los cines el 23 de septiembre, forma parte de la sección Perlak del Festival de Cine de San Sebastián, certamen en el que hablamos con Wilde sobre este proyecto en el que se coloca delante y detrás de las cámaras. La historia sigue a Alice (Florence Pugh) y a Jack (Harry Styles), un matrimonio joven que reside en Victoria. Él trabaja para Frank (Chris Pine), el líder de este mundo idílico y experimental en el que todos le adulan como si fuera un Dios. Pero Alice descubre que no todo es lo que parece y empieza a hacer lo que nadie quiere que haga: preguntas.
“Es comprensible que quieras caer en la distracción y en una forma de escape porque la vida es muy difícil y el mundo es retador”, afirma Wilde sobre cómo los habitantes de Victoria prefieren seguir con su día a día sin cuestionarse las cosas y cómo eso ocurre con nosotros mismos. “Aun así, merece la pena hacer preguntas“, añade.
Lo que Wilde busca con No te preocupes querida es que te enfades con lo que estás viendo: con cómo los hombres tratan a las mujeres de Victoria. Y, además, que lo hagas como su protagonista y respondas ante esa ira:
Quería que la gente sintiera una especie de rabia que fuera proactiva y motivadora
La parte más divertida de la película fue el proceso de documentación crear Victoria. “Me encanta la iconografía de los años 50 y los años 60. Me encanta la arquitectura, el cine, la música, la moda…”. Pero el mensaje que esconde esta comunidad idílica no tiene nada de agradable.
La directora y su equipo creativo construyeron este mundo como metáfora del machismo de nuestra época: “Fue interesante porque crear la película fue crear un mundo de fantasía, crear esta ilusión de felicidad y después había que darle la vuelta y crear algo que fuera lo opuesto a eso, que es la realidad de la misoginia actual”.
De la comedia al ‘thriller’ psicológico
Wilde, actriz de series como House y The O.C., dio la sorpresa en 2019 colocándose detrás de las cámaras de su primer largomtraje. Lo hizo con la comedia Súper empollonas -con Kaitlyn Dever y Beanie Feldstein como protagonistas-, la historia de la juerga que se pegan dos aplicadas estudiantes de instituto antes de irse a la universidad. No te preocupes querida es, en tono, todo lo opuesto: es drama, es ‘thriller’ y es ciencia ficción. “Los ‘thrillers’’ psicológicos son mi segundo género favorito después de las comedias. Cuando me dieron la oportunidad de hacer otra película, quería explorar otro género, pero uno que disfrutara de igual forma“, cuenta Wilde.
La directora ve similitudes entre ambos géneros. “Creo que son similares y que hay una oportunidad de pillar a la gente con la guardia baja. Creo que es lo mismo. Con la comedia y con el ‘thriller’ es lo mismo: crear tensión y liberar la tensión. Me encantan los ‘thrillers’ psicológicos porque son muy inesperados y muy divertidos de experimentar como público porque puedes resolver un misterio“.
Como continúa Wilde:
Quería crear algo que fuera muy entretenido, pero que al mismo tiempo te diera mucho que masticar y que pensar
Con dos películas a sus espaldas, el futuro ‘biopic’ Perfect sobre la gimnasta Kerri Strug y un proyecto secreto con Marvel y Sony en el horizonte; Wilde se ha ganado, en poco tiempo, ser una de las directoras a las que seguir la pista y tener en cuenta. En cuanto a cómo ve el futuro para las mujeres detrás de las cámaras, Wilde es optimista. “Hay voz para muchas mujeres directoras, es solo que no han tenido oportunidad de que sus películas se hagan. Creo que ahora se están haciendo muchas más. Creo que el público está pidiendo más personajes femeninos con más matices”, explica.
No obstante, todavía queda bastante por hacer: “Soy optimista, creo que es una tendencia que va en la dirección correcta, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Pero estoy tan emocionada de formar parte de este grupo en crecimiento de mujeres directoras que estamos consiguiendo que nuestras películas se vean en cines”.
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