Y es que justo ese mismo día, el 28 de julio, fue el “Día de Sobregiro de la Tierra” 2022 (conocido en inglés como el Earth Overshoot Day), el cual se calcula anualmente como el día en que habríamos agotado la disponibilidad de recursos naturales para ese año, dada la biocapacidad de nuestro planeta, por lo que para el resto del año estaríamos en una situación de déficit, al requerir de 1.75 planetas para satisfacer las necesidades actuales de la humanidad.
Esta sobreexplotación del capital natural que actualmente existe limita por un lado la capacidad de resiliencia de la Tierra, y por otro lado pone en riesgo la subsistencia de todos los ecosistemas, a menos de que se logren implementar en el corto plazo cambios significativos en los patrones lineales de producción y consumo, sustituyéndolos por modelos de economía circular y esquemas de inversión sustentable, entre otros, con una transversalización de los derechos humanos.
De ahí la importancia y la necesidad de poder trabajar coordinadamente entre todos los sectores en favor del bien común que representa el poder gozar de un medio ambiente limpio, saludable y sostenible para nosotros como seres humanos, pero también para todas las especies con las que compartimos el planeta Tierra.
De esta manera es que además debemos entender dicha resolución de la ONU como un llamado a la reflexión profunda del tema, que derive en toda una serie de acciones en materia legal, educativa, económica, política, empresarial y social para una verdadera transformación en este sentido.