La angustia del Barcelona por inscribir a sus fichajes

La desazón era de tal magnitud que el presidente interrumpió ayer sus vacaciones para reunirse a lo largo del día con Rafael Yuste, Mateu Alemany y el tesorero Ferran Olivé. Tras la reunión matinal, interrumpida solo para almorzar en un conocido restaurante de la Ciudad Condal, la cumbre prosiguió hasta la medianoche en las oficinas del club.

El Barcelona tiene hasta cinco minutos antes del inicio del partido para que LaLiga inscriba a los jugadores. En el caso de que Javier Tebas no dé el visto bueno a la documentación, el club deberá priorizar qué jugadores inscribir hasta alcanzar el tope permitido. Robert Lewandowski, piedra angular del proyecto de Xavi Hernández, que todavía no sabe con qué jugadores podrá contar este sábado, tiene muchas opciones de ser el escogido por jugadores que llegaron antes, como Christensen, Kessie o Raphinha, lo que puede generar malestar en un vestuario que necesita el buen ambiente para regresar a la primera fila de la competición.

Desde el club se barajan ahora varios escenarios para llegara tiempo al partido ante el Rayo, aunque es complicado que se puedan cerrar en tan breve espacio de tiempo: la rebaja salarial de Piqué, el diferimiento de sueldo de Busquets o la venta de Frenkie de Jong. El central ya ha comunicado que está dispuesto a ayudar al club y se ha ofrecido a jugar gratis, algo que no está permitido.

El caso de Busquets es más complicado y su agente, José Maria Orobitg lleva tres días reuniéndose con los responsables del club para alcanzar un acuerdo. El futbolista está dispuesto a diferir su salario para que este año el club se vea beneficiado pero tiene pensado acabar su contrato, que expira en junio, para marcharse los últimos años de su carrera a la MLS. Esto abre una serie de incógnitas y dudas legales, ya que Hacienda podría intervenir si el futbolista cobra un sueldo del Barcelona estando en Estados Unidos. La solución sería ampliar un año más el contrato pero Busquets no quiere seguir, consciente de que, a sus 34 años, su nivel está ya más cerca de una Liga menor que de la exigente competición española. En cuanto a De Jong, el neerlandés ya ha manifestado que no quiere marcharse y tampoco está dispuesto a rebajarse el sueldo, exigencia que le reclama el Barça para aligerar la inflada masa salarial.

LaLiga, por su parte, ya ha advertido que no será laxa y que mirará detenidamente toda la documentación que le presente el Barcelona para no incurrir en agravios comparativos con otros clubes. Aunque Tebas sigue de cerca la evolución de la entidad catalana y todos los movimientos que está haciendo, hasta que no tenga toda la documentación presentada y firmada no dará luz verde a las inscripciones. Hay que tener en cuenta que no basta con enviar la documentación. Posteriormente, LaLiga deberá estudiarla y analizarla en profundidad. Además, la patronal se siente presionada por otros clubes, molestos por el dispendio que está haciendo el Barça después de quedar demostrada su desesperada situación económica. No habrá precipitación por parte de LaLiga y ante cualquier duda, se aplazará cualquier inscripción para el siguiente partido, el domingo 21 de agosto ante la Real Sociedad.