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Focus X. Como el agua

El agua es el elemento y principio de las cosas.

Tales de Mileto

Sin agua no podríamos sobrevivir más allá de tres o cuatro días. El agua es esencial para los procesos orgánicos de la vida. Nuestro cuerpo está formado por un 60 por ciento de agua, en general; nuestro cerebro, por un 70 por ciento; la sangre, de un 80 por ciento y los pulmones, por un 90 por ciento… el agua nos es esencial.

Sin embargo, poco se reflexiona sobre la sorprendente necesidad que tenemos de ella para vivir, ni tampoco la forma majestuosa que tiene para mantenernos en ese estado perfecto de equilibrio. Poco hemos aprendido del agua… de cómo puede llenar cada espacio de nosotros mismos para que podamos funcionar.

Se lo digo porque valdría la pena imitar su habilidad para hacernos sentir bien… los seres humanos imitan más a las rocas o al fuego, o al aire antes que al agua. Sería muy interesante que comenzásemos a fluir con tanta seguridad como ella lo hace. Imagine usted un riachuelo: las rocas se golpean entre sí cerrando el paso a todo, menos al agua, el agua encuentra siempre una salida para llegar al lugar que quiere, para seguir su propio camino, si se estanca se contamina y muere, las rocas soportan estar en un mismo lugar año tras año sin que parezca inmutarles; el agua —como la vida— se renueva, se reinventa, se transforma, pero no desaparece ni tampoco permanece siempre inmutable.

Por eso, hoy lo invito a ser como el agua, a fluir, a sentirse libre y responsable de las decisiones que toma y a enfocarse en eso, en ser como el agua, que si bien se molesta con furia arrebatada en las tormentas y en los mares bravíos, sabe bien que simplemente es un proceso más que necesita para seguir adelante, hagamos lo mismo, que siempre nos dure más la paz y la calma que el conflicto y la duda. Que siempre podemos seguir el camino y, si no, simplemente crearlo. Pero, sobre todo, que por donde vayamos dejemos vida, mucha más vida, más alegría, más ilusión… más amor.

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Créame, no disfrutamos lo suficiente de los buenos tiempos, de la bendición de tener a los que amamos cerca y bien, o de la gran oportunidad de haberlos tenido. No gozamos del trabajo que nos espera, del deber hacer diario, de las renuncias que implican nuestros sueños, de la música, de las pláticas, de las buenas compañías, de una siesta sin fin, de una noche larga, de los paisajes, de los sonidos y los silencios… que poco disfrutan tantos de la compañía de uno mismo, a la que insisten en llamar soledad. Viva y disfrute de todo lo que pueda todo el tiempo. El agua siempre sabe administrarse bien y procura mantener un equilibrio.

Enfóquese en agradecer lo que tiene, lo que no tiene, lo que le falta y lo que le sobra. Diga lo que tenga que decir y calle lo que no beneficie a nadie, que sus palabras y sus actos tengan siempre una intención… el agua siempre la tiene; como también guarda sus reservas. Sea claro, preciso, contundente y genuino, todo resulta mucho más saludable así. Nadie desearía hidratarse con agua turbia. Evitemos convertirnos en aquello que rechazamos.

Recuerde que aquí, a lo largo de diez semanas, hemos expuesto diez razones para enfocarse en la vida, pero la importancia fundamental es que podamos tomarnos un tiempo para reflexionar sobre en qué y cómo enfocamos nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras acciones. Le aseguro que poco o nada puede lograrse si no tenemos la capacidad de hacer Focus en aquello que nos interesa y haga bien a nuestra vida.

Siempre habrá muchas razones para dejar de hacer, recuerde que la mente es perezosa y no siempre, y no en todos, el ánimo está o se mantiene al alza, por eso, si debe elegir, escoja siempre lo más complicado, lo que implique que tenga que moverse y salir de su zona de confort, lo que lo obligue a conocer, a aprender, a arriesgarse y a superarse, esas decisiones son, al final, las que van simplificando los procesos de la vida y le van otorgando esa seguridad y ese temple que todos necesitamos para seguir cuando todo vaya a favor. Y cuando no, para poder mantener la actitud de celebrar la vida en el momento que se esté, sin importar las circunstancias, porque todo pasa, al final todo pasa… Como siempre, usted elige.

¡Felices Focus, felices vidas!

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