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Opinión

Carros de combate cargados de desconfianza

Editorial ABC

04/08/2022

Para el próximo invierno, España contribuirá a la defensa de Ucrania con la entrega a Kiev de ropa de abrigo. No hay más detalles sobre un próximo envío de armas tras el fiasco de la ‘operación Leopard’, frustrada por el lamentable estado de conservación de los carros de combate que Pedro Sánchez se comprometió a trasladar al frente ucraniano.

La ministra de Defensa abogó ayer por la «máxima prudencia y discreción» para que el diálogo con Kiev, a través de su Embajada en España, fructifique en el despliegue de un equipo militar a la altura de las necesidades de Ucrania. Ha sido precisamente la falta de discreción del presidente del Gobierno y su afán de protagonismo –dentro y fuera de nuestras fronteras, movido por la publicidad con que enmascara su ineficacia– lo que ha provocado esta nueva crisis de credibilidad ante Kiev y los socios de la OTAN que le prestan apoyo frente a Rusia.

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Del ‘material defensivo’ de su primera y tibia respuesta a la invasión, en la línea de Podemos, Sánchez pasó en cuestión de días a prometer el envío de ‘material ofensivo’, y de ahí, reconvertido ya al atlantismo, a anunciar una ‘operación Leopard’ inviable. Entre aliados, la fiabilidad y la confianza son esenciales; la propaganda queda para desgastar al enemigo.



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