La Xunta aprueba un techo de gasto histórico de 12.599 millones euros para 2023, un 8,2% más

Es el más elevado de la historia, un 8,2% por encima del que esté en vigor, con una capacidad financiera que se eleva en 958 millones de euros. Para el ejercicio 2022, esta cantidad ascendió a 11.571 millones de euros -lo que supuso, entonces, un leve incremento de 8 millones con respecto a 2021-.

Si bien los recursos extraordinarios caen un 48,7%, pasando de unos 1.335 a algo menos de 685 (una de las ‘inyecciones’ del año pasado fue el pago de la mensualidad pendiente del IVA, a lo que se sumó la compensación por la liquidación negativa del sistema de financiación), los ordinarios suben un 15,6%, de 10.306 a 11.914,2.

Yendo al detalle, se aprecia que, en cuanto a recursos ordinarios, el sistema de financiación aporta un 23,3% más, de 7.627 a 9.401 millones, y que suben también los ingresos finalistas un 16,1%, hasta los 1.444,3 millones, mientras caen un 11% otros recursos no financieros, hasta 938.

En lo referente a recursos extraordinarios, además de las dos inyecciones citadas, que lógicamente fueron coyunturales, el mecanismo de recuperación y resiliencia suma un 5,5% más, con 535,4 millones; en cambio, la aportación de los fondos REACT-EU baja un 40%, a 149,4 millones.

Prudencia y cautela

En todo caso, Rueda ha advertido de que en San Caetano quieren «seguir siendo líderes en prudencia financiera», en un contexto con un «buen número de incertidumbres» que han de tener su reflejo en los presupuestos. A una inflación «sin precedentes» en las últimas cuatro décadas se añaden «enormes incógnitas» en el mercado energético y malas «perspectivas» por la guerra en Ucrania, ha recordado el presidente de la Xunta. Todo esto obliga a que los presupuestos sean «fuente de certezas« y «no crear más inseguridad», a base de ser «solventes, rigurosos y ajustados a la realidad de los hechos».

«No se entendería, cuando estamos pidiendo a las economías de las empresas, de los autónomos, domésticas, de las familias, que van a tener que afrontar dificultades en el día a día, que sean prudentes y realistas», ha razonado, que desde San Caetano en este caso, las Administraciones en su conjunto, se impulse una «política plagada de alegrías y optimismos»; con «previsiones de ingresos que luego no se iban a producir». Sí se va a tratar de «aprovechar estas subidas» en el techo de gasto «de la forma más rigurosa posible», para «dar un uso responsable a cada euro público, del primero al último».

En la misma línea se ha movido el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, quien ha entrado al detalle del techo de gasto no financiero. Corgos ha alertado de que el «margen extraordinario que tenemos para este orzamento debe administrarse con cautela», porque «el futuro no es tan optimista como muestran estos orzamentos, será mucho más moderado». Ese margen, fruto en gran medida por la liquidación de 2021 del sistema de financiación, «no se va a consolidar», ha explicado. Por tanto, ha sido claro: «si empleamos recursos adicionales en políticas de gasto (…) podemos meternos en un problema».

Corgos no ha avanzado si se agotará o no ese techo de gasot en los Presupuestos del 23. Tampoco ha querido avanzar si se valoran cambios en los impuestos o deflactar las tablas del IRPF. Sí ha confirmado lo obvio: se consolidarán las medidas tributarias implementadas hasta ahora y se incorporarán a los próximos Orzamentos las medidas que anunció Rueda en el debate investidura (Galicia reducirá el primer tramo del IRPF del 9,4% al 9% a las familias con rentas más bajas).

Tres años de alza de PIB y empleo

En su intervención, Corgos ha presentado también el informe de estrategia financiera-fiscal, con la previsión de recursos para los próximos tres años. De acuerdo con datos del IGE, el cuadro macroeconómico prevé cerrar 2022 con el PIB creciendo un 3,6% y en 2023, un 2,7%; este año el paro se situará en el 10,6% y en 2023 caerá al 9,8%.

De esta forma, Galicia encandenará tres años de crecimiento, tras interrumpir 2020 (Covid) el alza ininterrumpida desde 2014; lo que permitirá a la Comunidad recuperar niveles prepandemia ya en el primer trimestre de 2023, anticipándose a la media del resto de autonomías. Y también tres años consecutivos creando empleo, cerrando el año próximo por debajo de la barrera del 10% de paro.

Rueda ha remarcado que, en el inicio del ciclo orzamentario, aspiran a sentar las bases para seguir creando empleo de calidad, generar más oportunidades para las familias gallegas, especialmente en una situación más vulnerable, y cimentar un futuro mejor para la Comunidad.

La aprobación del techo de gasto es un hito indispensable en la elaboración de los Orzamentos de la comunidad autónoma. El próximo miércoles llegará al Parlamento, que celebrará una sesión también extraordinaria, donde quedará aprobado gracias a la mayoría absoluta del Grupo Popular.

Corgos ha querido destacar que, a pesar de la tardanza en reunirse el CPFF (la semana pasada), el ciclo orzamentario avanza en tiempo y forma, y el 20 de octubre las cuentas de 2023 llegarán a O Hórreo, para que entren en vigor el de 1 enero. Gracias, ha ensalzado, a la «estabilidad política e institucional».