En la Sala de las Musas o a solas con Las Meninas: esto es lo que cuesta celebrar actos privados en El Prado

Actualizado:30/06/2022 21:26h Guardar

Primero en el Palacio Real y luego en el Museo del Prado. Los máximos dirigentes que participan estos días en la Cumbre de la OTAN de Madrid han tenido la oportunidad de cenar en dos de los sitios más emblemáticos de la capital española. No todo el mundo tiene el privilegio de ir a una cena de gala con los Reyes, pero la pinacoteca, a pesar de lo que se pueda pensar, sí que está disponible para todos los públicos. Siempre que puedan pagarlo, claro.

De hecho, la cesión de espacios es uno de las principales vías para obtener ingresos que tiene el Museo, que es uno de los grandes reclamos de la ciudad por su belleza, su relevancia histórica y las colecciones que alberga.

Fue la ampliación inaugurada en 2007 la que le permitió incrementar su superficie expositiva y añadir nuevos espacios destinados a servicios y usos alternativos que dieran respuesta a las nuevas demandas.

Los precios están fijados por ley y abarcan un gran abanico dependiendo de la exclusividad de la sala a reservar y, por ende, de los recursos que deba destinar el centro para el desarrollo de la actividad. El Claustro de los Jerónimos, donde este miércoles cenaron los 39 mandatarios de la OTAN, cuesta 4.500 euros para tres horas. Cada hora adicional supone 1.500 euros extra.

Exactamente el mismo precio tiene la Sala de las Musas, donde cenaron los 14 acompañantes que viajaron con los mandatarios internacionales, pese a estar en edificios diferentes -estos en el Edificio Villanueva y los anteriores en el Edificio Jerónimos-.

No son las estancias más baratas del museo, que tiene otras más asequibles como el Pabellón de Murillo, que se alquila por 1.000 euros la hora (3.000 euros las tres horas) o las Galerías Jónicas, por el mismo precio -las salas más asequibles son la 1 y 2, por 500 euros la hora, que albergan el famoso Perro de Goya o los Unicornios de El Bosco-. Pero las elegidas por los mandatarios de la cumbre tampoco son ni mucho menos las más caras.

Es la Sala 12 la que alcanza el precio más alto, 7.000 euros la hora (21.000 euros tres horas). Para quien no esté familiarizado con las distintas estancias del Prado, esta sala es la que alberga Las Meninas de Velázquez, la joya del museo con la que los máximos dirigentes no dudaron en fotografiarse. Al propio presidente estadounidense se le pudo ver haciéndose un selfie con el cuadro de fondo.

Las tarifas, que vienen recogidas en el Boletín Oficial del Estado, incluyen seguridad, guardarropa y «cualquier otro servicio que el Museo del Prado considere pertinente para el correcto desarrollo de la actividad». De hecho, el centro puede denegar alguna solicitud si considera que puede alterar el desarrollo de sus fines principales.

Visitas privadas

El Museo también permite realizar visitas privadas a la colección permanente y las exposiciones temporales por un precio de 4.000 euros. Se puede ir en grupo de hasta 25 personas, pero la tarifa no se reduce si hay menos visitantes.

Las visitas a los espacios restringidos, de restauración o los almacenes tienen un precio de 6.000 euros y el cupo máximo es de 15 personas. Ambas incluyen profesores para asistencia didáctica, seguridad y guardarropa.

Hace solo unas semanas el cantante de los Rolling Stones Mick Jagger compartió una instantánea junto al Guernica en el Museo Reina Sofía en una visita privada de este tipo. Y es que el Prado no es el único que permite realizar este tipo de actividades, así como reservar espacios para actos privados.

El primero en España que se prestó a ello fue el Museo Thyssen Bornemisza, y más tarde se sumaron otros de titularidad pública como el Reina Sofía, el Museo de Bellas Artes, el Guggenheim de Bilbao o el Museo del Prado. También lo hacen el MACBA y el Museo Nacional de Arte de Catalunya, que incluso llegó a celebrar un concierto privado de los Rolling Stones en una de sus salas en 2007.

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