Los consejos de los expertos para proteger vídeos sensibles y evitar filtraciones como la de Santi Millán

Madrid Actualizado:21/06/2022 12:45h Guardar

Grabar un vídeo sexual puede suponer un gran problema en caso de que caiga en malas manos. Así ha quedado claro, una vez más, con la filtración y posterior viralización de esas imágenes en las que se puede ver al actor y presentador Santi Millán manteniendo relaciones con una mujer.

Por el momento, no está claro cómo se ha iniciado la viralización del vídeo. Como explicaron ayer a ABC varios juristas, hay muchos agujeros posibles. Y, precisamente, ese es el problema de grabar un vídeo de contenido sexual. Que, en ocasiones, ni siquiera hace falta que alguno de los participantes lo filtre para que este termine siendo visionado por miles de personas.

A continuación compartimos consejos que pueden ayudar a proteger la información más sensible.

Con todo, remarcamos que la única medida completamente efectiva para evitar que un vídeo comprometido se filtre es, directamente, no grabarlo ni compartirlo con nadie. «Si pierdes el control de tu información, porque la tiene otra persona, ya estás corriendo un gran riesgo», explica a este periódico Hervé Lambert, jefe de operaciones globales de la empresa de ciberseguridad Panda Security. «Un secreto entre dos personas o más, ya no es un secreto», destaca, por su parte, Josep Albors, jefe de investigación y concienciación de ESET.

No con cualquiera

Digamos que estas con una chica o un chico que te pide que le envíes imágenes íntimas o que, directamente, os hagais un vídeo en el que se os vea a los dos juntos. En este caso, teniendo en cuenta que lo más seguro siempre es negarse, debería hacerse con una persona con la que, al menos, se tenga una confianza fuera de lo corriente. No vale alguien que se conozca desde hace apenas unas semanas o meses.

Evidentemente, se tiene que alcanzar un compromiso en el que las los participantes acuerden no mostrar ni compartir las imágenes con terceros bajo ningún pretexto. En caso de que alguno de los dos decidiese, por su cuenta y riesgo, hacer público el contenido sin contar con el beneplacito de la otra persona estaría infringiendo el Código Penal; en concreto el artículo 197.7 que, además de una multa económica, contempla penas de cárcel.

Protege el dispositivo

Un ‘smartphone’ almacena una cantidad ingente de datos sobre su propietario. Por eso es capital tomar todas las medidas posibles para evitar que su contenido caiga en manos de terceros. Y eso pasa, entre otras cosas, por emplear claves de acceso robustas para todas las aplicaciones almacenadas y para el propio terminal. Estas contraseñas solo debes conocerlas tú con el fin de que nadie, absolutamente nadie, sea capaz de acceder de forma física al dispositivo y a las herramientas que utilizas.

Todo actualizado

Además, es importante mantener el dispositivo actualizado a la última versión para dificultar que terceros maliciosos puedan entrar a través de un ‘hackeo’ y revisar su contenido. También hay que tener mucho cuidado para no descargar aplicaciones maliciosas y evitar links sospechosos que lleguen por correo electrónico, WhatsApp o SMS. Aunque en el caso concreto de Santi Millán, los expertos consultados por ABC apuntan a que la filtración, probablemente, tiene su origen en un error de alguno de los dueños originales del contenido.

«En el caso de Millán, todo indica que es más probable que el fallo haya sido humano. Que alguien haya compartido el vídeo con quien no debía o que una persona haya tenido acceso físico al terminal en el que estaba almacenado y lo haya cogido», apunta Albors.

Si no lo guardas en el móvil sin más, mejor

Si grabas el vídeo, quizá dejarlo almacenado, sin más, en la memoria del ‘smartphone’ no sea lo más inteligente. «Si es contenido especialmente sensible no lo tendría almacenado simplemente en el terminal, existen servicios que te permiten almacenarlo y cifrarlo y poner claves de acceso. Hay programas que funcionan muy bien», señala Lambert.

Como señala la Oficina de Seguridad del Internauta, dependiente del Instituto Nacional de Ciberseguridad, la inmensa mayoría de sistemas operativos, tanto para móviles como para ordenadores, cuentan con herramientas para guardar y cifrar datos. También hay formas de hacerlo con dispositivos pensados para el almacenamiento externo, como sería un USB.

Solo en un sitio

El contenido sensible no debe estar disponible en varios dispositivos o plataformas, porque el riesgo de que caiga en malas manos en ese caso aumenta exponencialmente. «No se debe sincronizar con otras herramientas como algún servicio en la nube, porque entonces el vídeo sería más vulnerable en caso de que te robasen las contraseñas. Es mejor dejarlo guardado y bien protegido en un único sitio», dice Eusebio Nieva, director técnico de la empresa de ciberseguridad Check Point.

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