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Detenidos diez futbolistas por amaño de partidos en Segunda y Tercera RFEF

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La Policía Nacional desarrolla este martes un operación para desmantelar una organización dedicada al amaño de partidos en Segunda y Tercera División RFEF (cuarto y quinto escalón del fútbol español, respectivamente) con el objetivo de ganar importantes cantidades de dinero a través de las apuestas deportivas. La actuación policial, según ha adelantado El Confidencial, tiene su epicentro en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda y según ha podido saber ABC se han producido hasta 22 detenciones, diez de ellas futbolistas en las provincias de Badajoz, Sevilla, Almería y Cádiz. Entre los arrestados, según la Agencia EFE, hay dos jugadores del Atlético Sanluqueño, que esta temporada ha militado en Primera RFEF.

El Atlético Sanluqueño, club de los que son propietarios dos futbolistas profesionales (Juan Cala, del Cádiz, y Coke, que esta temporada ha jugado en el Levante), está al margen de esta trama ya que las apuestas se produjeron en partidos de categorías inferiores, aunque dos de sus jugadores figuran entre los detenidos.

Un juzgado de Sanlúcar de Barrameda dirige las pesquisas, que han sido declaradas secretas.

El amaño de partidos se habría producido a lo largo de toda la temporada y la organización criminal habría operado no solo en el ámbito de las categorías de la Segunda y la Tercera RFEF, también en la Liga Nacional de Gibraltar, por lo que esta operación cuenta con el apoyo de Europol e Interpol, según han informado fuentes policiales. A los detenidos se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal, corrupción entre particulares en el ámbito deportivo y estafa a los operadores del juego. Fuentes de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Extremadura han informado a Efe que tres detenciones se han producido en Montijo, pero no han confirmado si se trata de jugadores del equipo de esta localidad, que milita en la Segunda RFEF.

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Para no levantar sospechas, esta red, según ha podido saber ABC, no se dedicaba a amañar el resultado de los partidos, sino que pactaba acuerdos sobre aspectos concretos de los encuentros, como el números de tarjetas amarillas o de córner, circunstancias más difíciles de controlar. Un ‘modus operandi’ habitual en los últimos años en este tipo de organizaciones. Para ello, los futbolistas veteranos implicados en esta trama se hacían valer de sus amistades en los equipos afectados para cerrar los acuerdos a cambio de una cantidad de dinero en metálico.

El Atlético Sanluqueño, que esta temporada ha militado en Primera RFEF aunque ha terminado descendiendo, ha publicado un comunicado en el que asegura que «el club en ningún momento ha sido investigado, encontrándose ajeno a todos estos hechos y en el más absoluto desconocimiento. De confirmarse los mismos, y siempre respetando la presunción de inocencia, el Atlético Sanluqueño tomará las medidas oportunas que crea necesarias sobre los jugadores o cualquier persona implicada que tenga relación con el club». «El Atlético Sanluqueño condena rotundamente esta o cualquier práctica ilícita que vaya en contra de los valores fundamentales del deporte y del propio club», concluye la nota del conjunto gaditano.

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La operación desarrollada este martes está centrada en una organización que operaba al menos desde mayo de 2021, cuando fueron detectados por la Dirección General de Ordenación del Juego por el comportamiento irregular del mercado de apuestas con ocasión de un partido de Tercera división. La organización estaba dividida en varios escalones y estaba conformada por jugadores de fútbol que aprovechaban su condición para organizar amaños deportivos en equipos bajo su influencia. Una vez predeterminado el evento deportivo, la organización realizaba apuestas a los partidos amañados obteniendo grandes beneficios, según las citadas fuentes.

La última gran actuación policial contra el amaño de partidos se produjo en mayo de 2019, en el marco de la Operación Oikos. La Policía Nacional inició entonces una operación contra el presunto amaño de partidos de fútbol en Primera y Segunda División ante una denuncia de LaLiga presentada en mayo de 2018 tras el Huesca-Nastic. Durante las actuaciones policiales en distintas ciudades se detuvo a varias personas, entre ellos exjugadores como Raúl Bravo, Carlos Aranda y Borja Fernández, el deportivista Íñigo López, así como el presidente y el jefe de los servicios médicos de la Sociedad Deportiva Huesca, Agustín Lasaosa y Juan Carlos Galindo, respectivamente.

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