Y entre más busqué, más me di cuenta que mi manera de dormir respondía a la cultura de donde me muevo, porque la verdad era un auténtico chambón para hacer del sueño una fuente de vitalidad. Poco a poco me taladré el cerebro hasta cambiar mi paradigma y convertir el bien dormir en una prioridad.
Si te fijas, buscar información fue en este caso un camino para romper paradigmas. Y cuando uno quiere reinventarse, cambiar sus resultados en cualquier ámbito, romper creencias se vuelve una habilidad vital.
Por muchas ganas que le eches a correr, emprender o evolucionar en tu profesión, solo verás grandes saltos si te atreves a cuestionarte y jubilar las creencias que ya no te sirven. La pregunta sería entonces, ¿cómo me convierto en un destructor profesional de paradigmas?
Aquí te comparto cuatro tips para que integres esta habilidad a tu vida: busca, conversa, cuestiona y experimenta.
1. Busca
Me refiero a buscar información fuera de tu entorno, haz escuchado muchas veces esta frase de pensar fuera de la caja, pero para hacerlo necesitas datos, experiencias, testimonios, historias fuera de tu entorno del día a día. Tu cerebro irá haciendo nuevas asociaciones y de forma natural los paradigmas que van caducando se irán rompiendo.
Leer sobre cómo dormir es un tipo de lectura que yo jamás había hecho. Un amigo me recomendó el libro de Mathew Walker, ¿Por qué dormimos?, un científico que nos demuestra, a golpe de datos e investigaciones, la trascendencia de aprender a dormir en una sociedad fatigada.
Si leo siempre de lo mismo, no podré ver otras posibilidades. Por eso te propongo el hábito de leer información que te pueda ayudar a salir de lo convencional.
2. Conversa
No solo en libros, documentales o conferencias, si quieres desquebrajar paradigmas conversa con personas que viven otra realidades que la tuya. Es increíble platicar con nuestros amigos de siempre, pero nuestro entorno está en la misma caja, sal de ese cuadrito y conversa con regularidad con personas que te hagan esforzarte a comprender otros puntos de vista.
3. Cuestiona
Si quieres taladrar paradigmas no basta con tener nueva información, usa esa información para cuestionarte: ¿es realmente esto lo que quiero?, ¿y si lo hiciera de otra manera?, ¿y si comienzo de nuevo?, ¿y si no estuviera tan mal? Un destornillador profesional de paradigmas no tiene miedo de preguntarse; por supuesto a veces nuestros métodos, estrategias y caminos soportan el cuestionamiento porque son muy buenos. Cuestionarnos nos ayuda a romperlos o a reforzarlos, siempre para bien.
