Aragonés exige una respuesta de Sánchez y que desclasifique la autorización judicial

Barcelona | Madrid Actualizado:06/05/2022 09:32h Guardar

Este viernes se verán las caras en Barcelona el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès. Se verán, habrá saludo, fotografía y poco más. Al menos, según los planes oficiales. El momento será uno de los más tensos, políticamente hablando, desde que Sánchez llegó a La Moncloa gracias a sus socios independentistas, liderados por Oriol Junqueras, que solo unos meses antes intentaron ilegalmente separar la comunidad del conjunto del país.

La imagen, en el marco de las jornadas organizadas por el Círculo de Economía, será solo unas horas después de que, ayer, Aragonès exigiera a Sánchez una respuesta, tras la información aportada por Paz Esteban en la comisión de secretos oficiales del Congreso de los Diputados

, que se dio a conocer por las declaraciones de varios de los diputados que asistieron a la sesión de la comisión, y que desclasifique la autorización judicial por la que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) le espió.

En un comunicado enviado a la prensa por la tarde, Aragonès exigió al Gobierno que desclasifique «inmediatamente» la autorización judicial para que, tras conocer el documento, pueda «ejercer el derecho de defensa». Para el ‘president’ la información conocida este jueves «aumenta la gravedad del caso de espionaje masivo por parte del Estado español contra las instituciones catalanas y el independentismo».

La directora del CNI confirmó que tanto Aragonès como otros 17 líderes secesionistas fueron espiados, pero no concretó si fue con Pegasus, por el CNI con autorización judicial. Para el ‘president’, «estamos ante una vulneración flagrante del derecho a la intimidad, de participación política institucional, tanto de las personas espiadas como de todas aquellas que se han relacionado».

Por esto, exigió al Ejecutivo que «se desclasifique inmediatamente la autorización judicial para conocer las motivaciones y poder ejercer el derecho de defensa» y consideró que es «urgente recibir todas las explicaciones públicas sobre esta cuestión, así como saber quién dio la autorización política y quién tenía constancia».

En esta línea, insistió en el argumento sostenido por el secesionismo desde que se conoció el caso de espionaje, tras publicarlo ‘The New Yorker’ hace varias semanas: «Es inaplazable la asunción de responsabilidades». Y la respuesta a este caso debe ser para Aragonès «al más alto nivel», es decir, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aunque en el comunicado de la Oficina del presidente de la Generalitat, no se le citó.

Acusación particular

Por otro lado, el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, acordó ayer declarar secreta la investigación abierta en torno al espionaje a Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, con Pegasus, en línea con la petición que había cursado la Fiscalía. Calama, además, ofrece al presidente y la ministra entrar en la causa para ejercer la acusación particular como víctimas del delito de revelación de secretos.

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