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Argelia se compromete a garantizar el suministro a España del gas acordado, pero no desvela si va a reabrir el gasoducto con Marruecos

La vicepresidente Teresa Ribera, junto al ministro argelino de Energía y Minas, Mohamed Arkab, este miércoles en Argel.
La vicepresidente Teresa Ribera, junto al ministro argelino de Energía y Minas, Mohamed Arkab, este miércoles en Argel.MINISTERIO DE TRANSICIÓN ECOLÓGICA (Europa Press)

Argelia se ha comprometido a suministrar a España el gas que llegaba a través del gasoducto Magreb-Europa (GME), que tiene intención de cerrar el próximo domingo, cuando expira el contrato de explotación, por el conflicto diplomático que le enfrenta a Rabat y que ha provocado la ruptura de relaciones. Tras el encuentro mantenido ayer entre la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el ministro argelino de Energía y Minas, Mohamed Arkab, Argel se comprometió a garantizar el suministro y el cumplimiento de los contratos firmados por las empresas españolas y argelinas. Por ese gasoducto, que discurre en parte por Marruecos, llegan a España unos 6.000 millones de metros cúbicos de gas, alrededor de una quinta parte del consumo de España y su cierre supone un revés para España en un momento de crisis energética.

Tras su entrevista, la vicepresidente Ribera, que compareció ante la prensa con Mohamed Arkab, manifestó que “se ha explicitado la garantía total con respecto a los volúmenes pactados hoy [por ayer]”. Añadió que también se abordó el modo de satisfacer una eventual mayor demanda por parte de España. “El ministro nos ha explicado cómo poder acometer este transporte de gas a través del gasoducto de Medgaz, vista que la relación contractual con el gasoducto del Magreb expira el 31 de octubre, y cómo complementarla con gas natural licuado, con arreglo a un calendario que tenemos que precisar en la mejor manera posible para asegurar que todo funciona del modo también más fluido y mejor posible”, indicó.

Argelia pretende reemplazar esos 6.000 millones de metros cúbicos mediante dos métodos. Por un lado, ampliará la capacidad del gasoducto Mezgaz, que une directamente Argelia con Almería y en cuya propiedad participan la firma española Naturgy (49%) y la sociedad estatal argelina Sonatrach (51%). Pasaría de los 8.000 millones actuales a 10.000 millones. Los restantes 4.000 millones, se reemplazarían mediante Gas Natural Licuado (GNL), transportado en barcos metaneros. Se requieren 48 buques para transportar cuatro millones de metros cúbicos de gas. Pero si Argelia no consigue terminar la ampliación del gasoducto Medgaz antes de enero, entonces habría que contratar otros 24 barcos, lo que sumaría 72 buques para suplir los seis millones de metros cúbicos que llegan a través de Marruecos.

Una fuente que ha seguido de cerca la negociación con Argelia y solicita el anonimato expresa sus recelos sobre el hecho de que Argelia vaya a tener listo para enero la obra de ampliación del gasoducto Mezgaz. “Eso nos haría depender en exceso de los barcos metaneros”, señala la citada fuente. “El mercado de los metaneros se ha vuelto muy competitivo, debido a que existe mucha demanda desde Asia y ha provocado una escasez de buques. Además, el trayecto desde Argelia a Almería es muy corto, es poco rentable para las empresas propietarias de buques, mientras que los viajes a Asia suelen ser más productivos para ellas”, añade.

El transporte del gas a través de los barcos obliga a licuarlo en su punto de origen y después a gasificarlo cuando llegue a España. El citado experto añade que mientras bombear un millón de metros cúbicos por el gasoducto cuesta entre 48 y 50 mdd, suministrar esa misma cantidad fletando barcos puede costar hasta 120 millones de euros. “Más del doble”, concluye.

¿Reapertura del GME?

La ministra española ha afirmado que durante el encuentro también se han tratado otros ámbitos de la energía, incluida una interconexión eléctrica, pero no ha aclarado si ha habido alguna decisión sobre la reapertura del gasoducto, que el Gobierno argelino está dispuesto a cerrar al final del contrato y sobre el que Marruecos ha pedido la intermediación de España para satisfacer sus necesidades. Rabat obtiene entre 50 y 200 millones de euros al año como “derechos de paso”, una cifra que está en función de la cantidad que transporte. Y, además, se queda con 800 millones de metros cúbicos al año de gas procedente de Argelia a un precio estable. Ese gas le sirve para alimentar las centrales eléctricas de ciclo combinado de Tahaddart (en la región de Tánger) y la de Ain Beni Mathar (en Uchda, en el este del país), que cubren en torno al 10% de la producción marroquí de electricidad y están gestionadas por las firmas españolas Endesa (tiene el 20% de la primera) y Abengoa, respectivamente.

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Entre los temas tratados entre Ribera y Arkab figuran posibles acuerdos en energía renovable, el almacenamiento o el hidrógeno, y, en su caso, la construcción de un cable eléctrico que permita la interconexión entre los dos continentes, incrementando la capacidad que hoy existe. La ministra ha dicho que esto último “puede llegar a materializarse en los próximos años”. También se ha planteado la posibilidad de dar continuidad y profundizar en las condiciones y compromisos del Memorando de entendimiento firmado en 2018 con relación a la cooperación en materia de energía de los dos países, con peso industrial, energético, laboral y formativo.

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