Negocios
El Gobierno riega con unos 10.000 millones más el gasto de la Administración central

El Gobierno ha remitido a Bruselas que el gasto del conjunto de las Administraciones bajará el año que viene en unos 12.000 millones. Aunque esta afirmación se escribe con letra pequeña. Mientras que las autonomías reducirán el gasto, el Estado central lo subirá: las comunidades serán las afectadas porque dispondrán de menos recursos para combatir la covid una vez ha pasado lo peor de la pandemia. No contarán con una transferencia especial de 13.000 millones que se les ha dado este año, y recibirán 6.000 millones menos del fondo europeo React UE. Y eso ayudará a ir rebajando el agujero de las cuentas públicas. Sin embargo, los Presupuestos de 2022 que ha presentado el Gobierno subirán el desembolso total de la Administración central en unos 10.000 millones. Y en realidad el riego aumentará en unos 22.000 millones si se tiene en cuenta que el Ejecutivo está consiguiendo unos ahorros muy elevados por un menor gasto en ERTE, intereses y transferencias a las comunidades. Todo ello en un contexto en el que el desfase de las cuentas públicas es todavía muy alto.
El primer presupuesto pospandemia tiene unos números relativamente simples: por un lado, se contabiliza para el año que viene la misma cantidad de fondos europeos que este año; por el otro, el Ejecutivo obtendrá en 2022 importantes ahorros: unos 4.000 millones por el menor gasto en ERTE; otros 1.000 millones en los intereses de la deuda, gracias a que las compras del BCE están bajando su coste incluso con el endeudamiento aumentando; y se rebajan en unos 6.000 millones las transferencias especiales del Estado a las comunidades, que este año se entregaron para ayudarlas con la gestión de la covid. Aunque cae la partida de vacunas, esta se financió el año pasado con fondos europeos. En total, el grueso de los ahorros para el Estado tras la pandemia alcanza los 11.000 millones.
A pesar de esos ahorros, el gasto total no financiero del Estado subirá en unos 10.000 millones hasta los 427.000 millones. Es decir, en realidad el presupuesto se eleva en unos 22.000 millones una vez se tiene en cuenta que está habiendo unos ahorros sustanciales procedentes de la mejora de la situación sanitaria.
De esta subida, unos 7.800 millones se destinan a pensiones, que crecen por la revalorización con el IPC, el aumento de jubilados y la entrada de pensionistas con mejores carreras laborales y, por tanto, mayores prestaciones. Y unos 1.000 millones más se dedican a actualizar los sueldos de funcionarios y las nuevas contrataciones de la Administración central. En consecuencia, si se restan las pensiones y los empleados públicos, el Gobierno ha aumentado los desembolsos en 13.000 millones. Se trata de un manguerazo que se ha repartido de forma generalizada por todas las partidas y ministerios: dependencia, vivienda, ciencia, becas, bonos para jóvenes… Prácticamente todas las rúbricas salvo la hogar Real.
Aunque el gasto del conjunto de las Administraciones desciende por la menor exigencia de la pandemia, el Gobierno tendrá más dinero para sus políticas. El agujero de las cuentas públicas podría reducirse más de lo previsto si el Ejecutivo hubiese moderado el gasto. “Este volumen de desembolsos convive con un déficit estructural en las cuentas públicas muy elevado”, apunta Diego Martínez-López, profesor de la Universidad Pablo Olavide. En opinión del exministro Jordi Sevilla, “hacen falta más políticas públicas bien diseñadas y menos regalitos”. Ricardo Martínez Rico, presidente de Equipo Económico, señala que lo importante es que estas partidas puedan ser fácilmente reversibles. De lo contrario, estaría creciendo el déficit estructural.
El reto del déficit
El Banco de España y la Autoridad Fiscal han mostrado alguna vez su preocupación porque el agujero en las cuentas públicas se enquiste y deje de reducirse solo con la mejora de la economía. Ya antes de la pandemia, en 2019, con la actividad creciendo un 2%, el déficit no bajó. Al contrario, subió del 2,5% al 2,9% del PIB. Ese agujero por valor de 36.000 millones se considera ya estructural. Y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha explicado en varias ocasiones que este podría haber escalado hasta el entorno del 4,5% del PIB. Al 2,9% inicial de 2019 habría que añadir unas décumbres por el mayor gasto en sanidad. Otras dos o tres por el coste en intereses de acumular más deuda. Algunas décumbres más por la renta mínima y otras decisiones de gasto. Y la revalorización de las pensiones con el IPC podría costar en torno a un punto entero de PIB a lo largo de la década. La Autoridad Fiscal ha calculado también una cifra similar.
En el plan presupuestario remitido a Bruselas, el Gobierno utiliza la metodología de la Comisión Europea para concluir que el déficit estructural estará el año que viene en el 4,5% del PIB, unos 59.000 millones, el equivalente al 60% de la recaudación por IRPF. Sin embargo, en ese mismo documento el Ejecutivo rebate estos números: considera que esta metodología es poco robusta en las condiciones de incertidumbre actuales, que los resultados deben ser tomados con cautela y que, por lo tanto, no dan una indicación válida sobre la política fiscal.
Jordi Sevilla apunta en este sentido que todavía se contará con unos años de margen debido a que Bruselas aún tardará en imponer de nuevo las reglas fiscales y a que el BCE hará una rebaja muy gradual de las compras de deuda. Aun así, las subidas de precios pueden precipitar este debate. El Banco de España y la Autoridad Fiscal han intentado promoverlo y piden que se empiece a dibujar cuanto antes un plan de reequilibrio de las cuentas a medio plazo. Varios ex altos cargos consultados recuerdan que en un Estado tan descentralizado como España hacen falta de 12 a 18 meses para comenzar a contener el gasto. La reforma fiscal, que ayudaría a paliar este desfase presupuestario, está comprometida con Bruselas para el primer trimestre de 2023. Y la opinión del grupo de expertos en fiscalidad se conocerá en febrero.
Unos ingresos en la banda optimista
De momento, la recaudación marcha bien: se está recuperando a pesar de que no se hayan restablecido todavía los niveles de PIB y consumo prepandemia y de que las pocas subidas fiscales como la tasa Google apenas hayan ingresado. Explican esta evolución los ERTE, una menor economía sumergida y la inflación. Para el año que viene, los ingresos dependerán como siempre de la economía. “La previsión de PIB está en la banda optimista pero posible”, afirma Sevilla. Y la inflación ayudará a recaudar algo más. El Ejecutivo espera que la recaudación fiscal se dispare un 8,1%: un 6,7% el IRPF, un 11,8% Sociedades y un 9,5% el IVA. Y las cotizaciones crecerán un fortísimo 9%. Según los expertos consultados, la previsión puede ser correcta en IVA gracias a la inflación. Pero parece inflada en IRPF y, sobre todo, en cotizaciones. Estas dos figuras crecerán mucho más que el 2,7% que aumentará el empleo. Por más que suban los salarios, el crecimiento de la masa salarial estará lejos del 9% de incremento en cotizaciones, explica el economista Miguel Ángel García. Y la aportación que darán la subida del salario mínimo y de las cotizaciones máximas apenas compensará una brecha tan grande.
Las autonomías pierden 12.000 millones de la covid
Por otra parte, el dinero de las comunidades descenderá en la práctica a pesar de la mejora prevista de la recaudación fiscal. Aunque las entregas por el sistema de financiación crecerán igual que los ingresos tributarios, las liquidaciones del año de la pandemia hacen que las autonomías tengan que devolver dinero al Estado. Y al final será lo comido por lo servido. La transferencia especial por la covid, que ascendió este año a unos 13.000 millones, no se repetirá en 2022. En cambio, se compensará a las comunidades con unos 7.000 millones por las liquidaciones negativas y la adopción del sistema informático de recaudación del IVA. En el neto, las comunidades perderán 6.000 millones. Y dejarán de recibir unos 8.000 millones del fondo React UE para obtener solo 2.000. Es decir, se quedarán sin 12.000 millones destinados a la covid, si bien se llevarán algo más de los fondos europeos Next Generation.
General
No seas víctima de la grúa: Hoy No Circula para el sábado 25 de marzo en CDMX y Edomex
General
Morenistas avanzan en pelea por Consejo General del INE: estos son los 20 finalistas
General
Biden, bajo control

Pasan días y semanas y Estados Unidos simplemente no se anima a presentar una solicitud de panel de resolución de controversias ante el T-MEC por la prohibición de México para importar maíz transgénico, ni mucho menos por las afectaciones que acusan en el sector energético.
Este, el panel de controversias, es un mecanismo que contempla el acuerdo comercial más grande del mundo que sustituyó al TLCAN a partir del 1 de julio de 2020, y que tiene como finalidad resolver diferencias que se susciten en la relación comercial.
Apenas en enero, México y Canadá le ganaron a Estados Unidos un panel de controversias por la interpretación de las reglas de origen en el sector automotriz. Un proceso que, cabe destacar, se llevó a cabo en los tiempos marcados en el tratado, sin necesidad de extenderse, no como se ha hecho desde octubre pasado con el sector energético.
La paciencia que ha tenido la administración Biden con la de la #4T, específicamente en estos dos temas, tiene vueltos locos a empresarios y legisladores del otro lado de la frontera, cuyas quejas no han hecho el eco deseado en la Casa Blanca.
Trascendió hace unos días que ante la férrea postura de senadores durante una comparecencia, la Representante Comercial de EU, Katherine Tai, le costó trabajo comprometerse a que el 7 de abril darían un ultimátum para solucionar el tema del maíz.
Estados Unidos sabe que tanto el maíz trans, como el sector energético, son temas por demás sensibles en el la agenda nacional, y bien ha hecho mantenerse en la mesa de negociación.
Vaya, ni las múltiples visitas a México de John Kerry, el embajador climático de Estados Unidos, han podido suavizar la postura del presidente López Obrador, a través de las secretarias de Economía y Energía, Raquel Buenrostro y Rocío Nahle, respectivamente, quienes llevan la batuta en el caso.
Lejos aquellos días donde la voz del amo retumbaba en el patio trasero.
Modernizan Cancún
Cancún se pone a la punta con la autorización para instalar modernos “booths” (cabinas) para la atención de visitantes al destino y mejorar la experiencia de viaje, que sin duda darán impulso del magno proyecto del Gobierno Federal: El Tren Maya.
Denominados “Walkins Tours Store”, las estructuras de 9 metros cuadrados de foot print interior, albergarán espacios para que las oficinas de Turismo Federal, estatal y municipal puedan destinar personal capacitado para la atención gratuita, y proporcionar información oficial de todos los destinos de Quintana Roo y de los demás estados que componen la ruta del Tren Maya: Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas.
Dichos espacios estarán equipados con modernos kioskos interactivos táctiles de 65 pulgadas que permiten visualizar videos en 4K y apreciar sonido en distintos idiomas, y donde se podrán adquirir los boletos del Tren Maya, tours y otras experiencias, y donde el pago de los mismos se ejecuta “self service” con seguridad cibernética y cumplimiento con operadores certificados.
Festeja Cotemar
Por tercer año consecutivo, Grupo Cotemar recibió la certificación Great Place to Work (GPTW), por impulsar políticas y prácticas que mejoran la calidad de vida dentro de su organización. A la par, fue reconocido nuevamente como uno de los 10 Mejores Lugares para Trabajar para Mujeres en México 2023, en la categoría de más de 5 mil colaboradores.
Great Place to Work México certifica que dichos procesos cumplen con la especificación RPc-003, metodología utilizada por GPTW para distinguir y certificar a las organizaciones a nivel nacional e internacional con los atributos de un mejor lugar para trabajar en sus sedes y sitios de trabajo.
General
Pensión del Bienestar en Bancomer: ¿Cuándo se hará el cambio de tarjeta y cómo obtenerla
General
¿Hay solución a la escasez de talento?

La escasez de mano de obra especializada es un fenómeno global y prácticamente generalizado del que México no es ajeno.
Desde el año uno de la pandemia hay pérdida de talento especializado, lo que representa uno de los retos más relevantes a los que se enfrentan los países y las empresas, obviamente.
De acuerdo con el número de puestos de trabajo permanentes y eventuales asegurados en el IMSS, en los últimos 12 meses se registra el alta de 719 mil posiciones laborales, la cifra anual más baja desde junio de 2021.
La cifra de creación de empleo formal en los últimos 12 meses equivale a una tasa anual de 3.4 por ciento, que es la más baja para un periodo comparable desde mayo de 2021.
Si bien el indicador de puestos de trabajo afiliados al IMSS continúa por arriba de los niveles registrados antes del inicio de la pandemia, el mercado laboral formal muestra señales de apretamiento.
El mercado laboral en México continúa recuperándose, pero eso ya no es suficiente, pues ahora también se debe contar con el talento especializado que tenga las habilidades necesarias para cubrir las vacantes.
La pandemia por covid-19 aumentó la escasez de mano de obra especializada a nivel nacional de 52 por ciento en 2019 a 74 por ciento en 2021, el mayor índice reportado en una década, según ManpowerGroup.
Su encuesta de expectativas de empleo del segundo trimestre de 2023, señala que los empleadores mexicanos enfrentan problemas para encontrar talento con las habilidades requeridas, básicamente conocimiento y experiencia.
Este año en México la escasez de talento es del 69 por ciento, lo que significa que prácticamente siete de cada 10 empleadores tienen dificultades para encontrar el personal que necesitan.
La pérdida de talento especializado a nivel mundial alcanza 77 por ciento, su nivel más alto en 17 años.
Esto quiere decir que casi cuatro de cada cinco empleadores reportan dificultades para encontrar el talento que necesitan en 2023.
Hay escasez de talento en todo el mundo, pero los mayores impactos se sienten en Taiwán (90 por ciento), Alemania (86 por ciento) y Hong Kong (85 por ciento).
México está ocho puntos por debajo del promedio global y dos puntos por debajo del promedio en América Latina, el cual se reportó en 71 por ciento.
La directora de Operaciones y Cuentas Clave de ManpowerGroup para México, Beatriz Robles, dijo a este reportero que “si hablamos de las posiciones más demandadas en nuestro país, donde se tiene esta mayor dificultad de encontrar talento, están a la cabeza operaciones y logística, luego atención al cliente y recepción, después ventas y marketing, (seguida de) todas aquellas (actividades) relacionadas a tecnologías de información en cuarto lugar, y en quinto, todas aquellas (funciones) relacionadas a la ingeniería”.
Esos son los puestos más difíciles de cubrir en México, pero los sectores con mayor escasez de talento a nivel nacional son ciencias de la vida y salud, bienes y servicios de consumo, así como tecnologías de la información.
En Latinoamérica, “los empleadores en general estamos buscando personas que sean capaces de resolver problemas y de trabajar en equipo, que tengan iniciativa y que sean creativas, pero lo más importante es que siempre se mantengan dispuestas a cambiar y aprender”, dijo Robles.
“Lo que hemos encontrado en todos nuestros estudios recientes es que las habilidades se vuelven obsoletas cada vez más rápido y necesitamos estar siempre actualizándonos y constantemente dispuestos a aprender los conocimientos que van a permitir que sigamos siendo empleables en el mundo del trabajo”, agregó la experta de ManpowerGroup.
Además, la combinación de nuevas tecnologías y factor humano, que cobró fuerza en la pandemia, seguirá siendo compatible, pues una cosa no desplazará a la otra.
“Los puestos donde se requieren sólo actividades rutinarias y repetitivas van a ser desplazados por tecnología; sin embargo, aquellas habilidades que tienen que ver con el contacto humano, la creatividad, la innovación y el trabajo en equipo van a ser perfectamente complementadas por el ser humano, (pues) ahí somos insustituibles”.
Como dicen, quien tiene el talento, tiene el futuro.