El precio de la gasolina marca máximos de más de ocho años en España con el petróleo a un paso de los 85 dólares

La escalada de la energía prosigue en todos los frentes, haciendo cada vez más mella en el bolsillo de los consumidores españoles. El precio de la gasolina ha marcado esta semana su máximo desde septiembre de 2013, según el último Boletín Petrolero de la Unión Europea, al superar los 1,46 euros de media. Tras subir más de un 1% en los últimos siete días, ya acumula un mes y medio de ascenso ininterrumpido. En paralelo, el diésel está en máximos desde julio de 2014 tras encarecerse casi un 2% en la última semana y superar los 1,33 euros. Llenar el depósito de gasolina y de gasóleo es hoy, respectivamente, un 26% y un 30% más caro que hace un año, cuando la demanda de crudo aún se veía muy mermada por la pandemia y los precios permanecían en niveles bajos. El barril de petróleo brent, la referencia en Europa, se cambia hoy por 84 dólares, más del doble que entonces.

A pesar del reciente encarecimiento, común a todos los países europeos, el precio de la gasolina sin plomo de 95 sigue siendo en España ligeramente más bajo que en la media de la UE (1,61 euros por litro) y que en la de los países que comparten el euro como moneda (1,67 euros por litro). La brecha también es sustancial en el caso del diésel: cada litro cuesta, respectivamente, 1,47 y 1,49 euros en la media de los Veintisiete y de la zona euro. En ambos casos, la diferencia entre España y sus vecinos responde a la menor presión fiscal sobre los carburantes.

La luz, por encumbre de los 200 euros las 24 horas

El encarecimiento de los combustibles no es ni mucho menos el único quebradero de cabeza para los hogares en el flanco energético. Este viernes, el precio de la electricidad en el mercado mayorista español se disparará un 7,5% hasta los 231,82 euros por megavatio hora (MWh), el segundo registro diario más alto de siempre tras los 288,53 euros marcados hace justo una semana. En la primera mitad de octubre, la luz se ha situado hasta en ocho ocasiones por encumbre de los 200 euros, incluida la de mañana. Su precio, además, sextuplica al de hace un año, cuando no llegaba a los 40 euros.

Por tramos horarios, según se desprende de los datos publicados por el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), la electricidad hará cumbre este viernes entre las nueve y las diez de la mañana, cuando alcanzará los 265 euros por MWh. Aunque la oscilación será baja, el momento más barato para consumir electricidad será entre las cuatro y las cinco de la tarde, cuando rondará los 201 euros. Eso quiere decir que durante las 24 horas del día, madrugada incluida, el coste del megavatio hora será superior a los 200 euros, una cifra que nadie podría imaginar hace no tanto tiempo. Detrás de esta brutal escalada de precios emergen varios factores: los máximos históricos en el precio del gas natural, del que se alimentan las centrales de ciclo combinado; el aumento en el precio de los derechos de emisión de CO2 en lo que va de año; y la baja intensidad del viento, del que depende la eólica.

La traslación de estos precios a la factura minorista es inmediata en el caso de los 10,7 millones de familias que tienen contratada la tarifa regulada, pero no en el de los 16 millones de clientes que cuentan con un contrato de mercado libre. En este último caso, la subida presumiblemente llegará cuando llegue la fecha de vencimiento del mismo y tengan que negociar uno nuevo con su suministradora, que es la que actualmente está asumiendo el encarecimiento del MWh en el mercado mayorista.

Golpe para la industria

La escalada no solo afecta a los hogares. Algunos grandes nombres de la industria española, como Sidenor, Fertiberia, Ferroatlántica o Asturiana de Zinc, han empezado a aplicar parones de producción en las últimas semanas ante la escalada energética —no solo de la electricidad, sino también del gas natural, que utilizan como materia prima en sus procesos—. Y las compañías electrointensivas, aquellas en las que esta supone hasta el 60% de sus costes, proyectan que este año pagarán 1.500 millones de euros más que sus competidoras europeas, una dinámica que —denuncian— está “poniendo en jaque su supervivencia”. Así lo calcula la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), que se queja de la “desprotección” a las que están expuestos sus agremiados frente a las compañías eléctricas.

Según las cifras de la patronal de las electrointensivas, a principios de octubre el diferencial de los precios eléctricos frente a sus principales competidores alemanes y franceses, era de 38 y 74 euros por MWh, respectivamente. Este mayor coste impacta directamente sobre sus cuentas de resultados y resta competitividad al sector: hace solo dos años, justo antes de la crisis sanitaria, la brecha era de 20 y 25 euros por MWh, respectivamente.

La AIE: “El gas, la luz y el carbón pueden ser un problema para la recuperación”

Tras advertir 24 horas antes del riesgo de más crisis de precios en el futuro por la falta de inversión en el sector energético, el directo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, ha alertado este jueves de que el encarecimiento de la energía es un importante palo en la rueda para el rebote económico pospandemia. “En Europa estamos viendo unos precios muy altos del gas, la electricidad y el carbón, que ponen presión sobre las cifras de inflación y que, al tiempo, pueden ser un problema significativo para la recuperación europea”, ha remarcado.

El máximo responsable del brazo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para cuestiones energéticas ha insistido, sin embargo, en que el aumento de precios no tiene nada que ver con la anhelada descarbonización de la economía y ha vuelto a denunciar una “campaña injusta” que achaca el encarecimiento a la transición hacia fuentes no contaminantes.

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