Deportes
Sucic no falla otro penalti

El rival, por Javier Sillés
Un toro sin resabiar en el Pizjuán
La escalada del Red Bull Salzburgo le ha llevado a repetir por tercera vez consecutiva en la Champions. Ya no extraña verle entre los mejores. Los réditos deportivos de un proyecto económico relevante y bien pensado se comienzan a vislumbrar. Lo merece tanto por la inversión en jóvenes talentos como por el estilo futbolístico. Su autoridad resulta intratable en Austria y ahora necesita de desafíos mayores en el escaparate europeo.
El sentido vertical del juego, la máxima agresividad en la presión y la apuesta por el talento aparecen como principales argumentos. Obviamente la osadía general del Salzburgo implica riesgos que le cuestan verdaderos disgustos. Al intentar defender hacia delante y anticipar, queda descubierto cuando no lo logra.
El 1-4-3-1-2 también sigue vigente y saca lo mejor de futbolistas cuyo futuro más previsible apunta a cotas altas. Es el caso del mediocentro Camara (21 años), el mediapunta Aaronson (20) y el delantero Adeyemi (19). No son los únicos. Kristennsen, Solet, el ex sevillista Wöber, Seiwald, Bernede, Capaldo, Okafor, Sucic, Berisha o Sesko, agrandan las opciones de los de Jaissle. Koita, otra figura, está lesionado hasta diciembre.