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Arranca una vendimia con precios más altos por el aumento de la demanda y el recorte de la cosecha

El sector agrario inició la vendimia en algunas de las zonas vitivinícolas más importantes en volumen como Castilla-La Mancha en medio de las ya tradicionales discrepancias en materia de precios entre los productores y las bodegas, con Félix Solís y García Carrión como los principales protagonistas. En conjunto, se maneja una subida media de las cotizaciones de la uva de un 15% como consecuencia de una cosecha inferior a la de la campaña pasada pero por encumbre de la media, menos producción en otros países comunitarios y, fundamentalmente, por el aumento de la demanda interior con la apertura de la restauración frente a lo sucedido el año pasado y muy especialmente por el aumento de la exportación.

Agricultura reconoce que en el sector vitivinícola se ha producido una mejora en las políticas de contratación y el cumplimiento de los plazos de pago, si bien advierte sobre la obligatoriedad de que las ventas se realicen siempre bajo contrato. A propuesta de la Organización Interprofesional del Vino, el Gobierno homologó un contrato para el sector que entró en vigor el pasado 1 de agosto, con una vigencia de tres años donde se contempla la obligatoriedad de pago a los 30 días con la uva como un producto perecedero.

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Desde el sector se recuerda, a su vez, la obligación de los industriales de pagar como mínimo los precios de coste como se contempla en la actual normativa sobre la cadena alimentaria, algo que en su opinión no cubren los precios fijados por las bodegas. En el caso de las cooperativas en Castilla-La Mancha cuyos socios significan más del 60% de una producción de los 22 millones de hectolitros, los viticultores pueden seguir entregando sin precio con liquidación a resultas.

La vendimia anterior se elevó a la cifra casi récord de 47 millones de hectolitros, volumen que agravó la situación de los mercados por el hundimiento de la demanda interior y exterior por el cierre de la restauración. Ello obligó a la Administración a destilar dos millones de hectolitros, al almacenamiento de otros 2,2 millones de hectolitros y a financiar una vendimia en verde que aligerara los excedentes por un coste de unos 90 millones, así como a una limitación de los rendimientos de entre 18.000 y 20.000 kilogramos de uva tinta y blanca por hectárea.

Producción inferior

Este año, la vendimia es inferior, pero por encumbre de la media, con unas estimaciones de entre unos 39,5 y 41 millones de hectolitros, según las cooperativas agroalimentarias. Además, se han registrado cambios importantes en el escenario. En el mercado interior, se ha recuperado una demanda que había caído más del 20% por el cierre de la restauración. La exportación también está jugando un papel clave. Así, entre enero y junio las ventas crecieron un 21% en volumen hasta los 9,3 millones de hectolitros y de un 15% en valor hasta los 1.230 millones. En cómputo interanual, entre junio de 2020 y mayo de2021, las ventas en volumen aumentaron un 8,2% hasta los 21,7 millones de hectolitros, con valor de 2.757 millones de euros y un crecimiento del 6,7%, según los datos del Observatorio Español de los Mercados del Vino.

Rafael del Rey, director del Observatorio, destaca el incremento tanto de los graneles con mejoras de los precios como de los vinos espumosos y de los vinos tranquilos con denominación de origen. Entre los mercados al alza destaca la recuperación de ventas en Estados Unidos o de China, mientras en la parte más negativa se hallan descensos en países como Holanda y, sobre todo, en Rusia para la venta de graneles por su nueva ley del vino que impide llamar “vino” al producto importado.

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Junto ese incremento de las ventas, está jugando un papel muy positivo en el mercado la reducción de cosechas de entre un 15% y un 30% registrada en otros países comunitarios como Francia e Italia, por lo que supone la posibilidad de exportar más a esos países, así como para y ocupar su lugar en la exportación a sus mercados.

Consecuencia de de todo ello, en estos inicios de la vendimia, en las zonas donde ha comenzado la recolección como en Castilla-La Mancha, los precios medios han registrado un incremento medio de un 15% sobre los pagados en la vendimia anterior que los viticultores consideran insuficientes al no cubrir los costes de producción. Ello supone cotizaciones de entre 0,30 y más de 0,40 euros por kilo de uva para algunas variedades como la Chardonnay, Merlot o Cabernet, mientras para otras como la Airén, producción dominante en la comunidad autónoma, los precios medios se hallan en el entorno de los 0,15 euros.

Alejandro García Gasco, responsable del sector en la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) considera que esos precios no cubren los costes de producción y que se hallan como mínimo tres céntimos por debajo.

A los precios bajos de Castilla-La Mancha, se suman los existentes en otras zonas importantes productoras como Extremadura con 0,17 euros por kilo en blancos o 0,22 euros en tintos; en Cataluña, los precios medios se sitúan en 0,33 euros por kilo, y en La Rioja, se manejan cifras de entre 0,60 y 0,70 euros. En Ribera del Duero, la vendimia viene con retraso y la producción a la baja por la falta de lluvias y los daños provocados por los pedriscos en el 10% de una superficie de 24.000 hectáreas. Por eso, los precios medios esperados se sitúan entre los 0,70 y los 0,80 euros por kilo y por encumbre de los 100 euros en las partidas de gran calidad.

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