Cultura
Ácidos grasos Omega-3 podrían reducir el riesgo de parto prematuro
Los doctores Salvador Espino y Sosa, Enrique Reyes-Muñoz, Gabriela García-Jiménez, Abraham Martínez-Ruiz, Mario S. Cristo-Aguirre, Ricardo Adame-Pinacho y Pedro Gutiérrez-Castrellón realizaron diversos estudios en los que llegaron a la conclusión de que los ácidos grasos podrían reducir importantemente la incidencia en partos prematuros.
El parto prematuro ocupa más del 85% de los problemas obstétricos, requiere más cuidados y puede poner en riesgos serios al recién nacido que llegan a afectarles durante toda su vida.
El reconocido grupo de médicos observó en estudios epidemiológicos que en poblaciones con alto consumo de aceites marinos, los embarazos suelen ser más largos en promedio, por lo que se discute acerca del posible beneficio de que mujeres embarazadas ingieran suplementos de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 para prevenir el parto prematuro.
El efecto antiinflamatorio de los ácidos grasos es clave en este descubrimiento.
En 2004 se reportó una disminución significativa del riesgo cardiovascular y algunas formas de cáncer en la población de Groenlandia, quienes siguen una dieta alta en aceites marinos. A partir de estas publicaciones se iniciaron estudios para evaluar el efecto sobre muchas otras enfermedades en las que la inflamación crónica no controlada juega un papel sumamente importante. Los resultados han sido muy positivos para poder actuar de modo preventivo con dicha suplementación.
En el embarazo, la inflamación es protagonista de las principales complicaciones del embarazo, que son la preeclampsia y el parto pretérmino.
Según lo publicado por este destacado equipo en la Gaceta Médica de México, este vínculo entre inflamación y parto prematuro ha llevado a la investigación acerca del efecto protector de la suplementación con ácidos grasos Omega 3.
Las dosis pueden variar los beneficios entre una mujer y otra
La discusión entre los diferentes estudios aún radica en administrar una mayor o menor cantidad de Omega 3 al inicio y durante el embarazo, sin embargo, este estudio puede abrir un nuevo panorama de optimismo para las próximas mujeres embarazadas.